BUENOS AIRES.- El secretario administrativo de Independiente, Claudio Ciancio, vinculó hoy el asalto que sufrió ayer junto a su familia en su casa de Caballito a la lucha que llevan los dirigentes del club con la barra brava y aseguró que desde varios días antes del robo recibió llamados intimidatorios.
"Este no fue un robo común", dijo el dirigente de Independiente, quien recibió un culatazo con un arma en la cabeza durante el asalto, que le provocó un corte en el cuero cabelludo, y acusó directamente a uno de los jefes de la barra brava, Pablo "Bebote" Alvarez.
El hecho ocurrió cerca de las 11 de la mañana de ayer en la casa en la que Ciancio vive con su esposa, en la calle Craig al 700 del barrio porteño de Caballito, cuando un hombre vestido con ropa similar a la de los empleados de un correo privado tocó el timbre e ingresó por la fuerza.
Luego, el asaltante permitió el paso a otros dos delincuentes y, entre los tres, maniataron al dirigente de Independiente, a su esposa y a una empleada doméstica, tras lo cual robaron dinero, joyas y otros elementos de valor, entre ellos una bicicleta.
Esta mañana, el dirigente contó a la prensa que desde hacía varios días venía recibiendo amenazas y las vinculó a la barra brava del club, específicamente a uno de los jefes, "Bebote" Alvarez.
"El lunes de la semana pasada, el señor Pablo Alvarez, al que todos conocen como Bebote, se me acercó en las inmediaciones del estadio mientras controlaba el ingreso de los hinchas a la cancha para decirme que ya no podía parar a sus compañeros y que me la querían dar", dijo.
Según Ciancio, le contestó que su función en el club era seguir controlando el ingreso y que no podía permitir el de personas que no tuvieran su carnet y su cuota al día, a lo que Alvarez le respondió: "Entonces, hacete responsable".
Luego, contó que el miércoles, dos días después, realizaron un llamado sospechoso a su domicilio diciendo que era un jugador pretendía conversar con él sobre su contrato, lo cual luego se comprobó que era falso y lo calificó como "sospechoso".
"El jueves 21, entre las 15 y 16, llaman y atiende mi señora y le dicen que yo estoy internado en el Hospital Fernández. Me llama preocupada y le explico que se quede tranquila que estaba yendo por la autopista a trabajar en la sede como todos los días", señaló.
"Lamentablemente, antes de llegar a hacer la denuncia de todo esto, ayer a las 9, mi señora recibe un llamado donde le ofrecen traer una póliza de seguro al domicilio. Ella le dice que no, sabiendo que lo común nunca ha sido eso, tras lo cual me llama y me cuenta", explicó.
Ante esa situación, Ciancio regresó a su casa y una hora después le tocan el timbre del correo privado que le llevaban una encomienda.
"Dice que quiere entregarme una encomienda. Primero le entreabro la puerta con una traba de seguridad y como él insiste en pasarla, abro un poco más la puerta y me la empuja violentamente. Forcejeo con él y con la culata del revólver me golpea en la cabeza", agregó.
Durante los 40 minutos que permanecieron los tres delincuentes dentro de la casa, Ciancio explicó que en varias oportunidades le sugirieron que el robo estaba relacionado a la lucha del club contra los barrabravas.
"Uno de ellos me dijo 'vos sabés quién nos mandó' y 'sabemos que vos manejás la plata del club y te la llevas todos los días'. A mi señora le dijeron 'vamos a ver si lo volvemos a ver en el próximo partido'", aseguró.
Finalmente, los delincuentes huyeron y el dirigente pudo alertar a la policía sobre lo ocurrido.
Ciancio aclaró que no piensa dejar su función en la dirigencia del club: "Esto es una lucha, si queremos vivir en un país mejor, erradicar la violencia en el fútbol, ¿sirve que yo me retire?", dijo. (Télam)