El señalamiento de un “joven de casi 92 años” -como les gusta referirse a él- les hizo abrir los ojos. Palabras más, palabras menos, el profesor Honorario de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) Ricardo Somaini les dijo que ellos eran en parte responsables del vacío intelectual en el que había caído la casa de Juan B. Terán.
“Quizá por habernos dedicado más a nuestras actividades personales descuidamos el vínculo con la UNT”, señaló Alfredo Neme Scheij. El primer presidente de la Federación Universitaria de Tucumán (FUT), tras la recuperación de la democracia, en 1983, visitó LA GACETA junto a otros referentes estudiantiles de esa época: Silvia Turbay, Juan Masaguer y Fernando Korstanje. Los cinco -Somaini incluido- forman parte de un grupo que reúne militantes estudiantiles de varias fuerzas políticas, que actuaron entre las décadas del 50 y del 80 en la UNT. Entre otros, de Franja Morada (Neme Scheij y Turbay), de la Juventud Universitaria de Tucumán (Masaguer), del Movimiento de Unidad Reformista -ligado al Partido Comunista- (Korstanje), del Fulazi, del Movimiento Humanista, del Partido Socialista y del Partido Intransigente. Se trata de un espacio para la reflexión, desde donde se aportará para que la política universitaria deje de estar bastardeada.
El colectivo se lanzará a las 20 de mañana, mediante un acto que realizarán en el patio interno del Rectorado (Ayacucho 491), para conmemorar los 30 años de la recuperación de la democracia. “La idea es que un orador vaya leyendo un documento, que funcionará como un lanzamiento de este espacio. Entre párrafo y párrafo, algunos de nosotros vamos a ir contando nuestras experiencias militantes, según las décadas. Obviamente a esto no le faltarán ni risas, porque se oirá alguna anécdota graciosa, ni lágrimas, porque también escucharemos historias duras”, contó Masaguer. Añadió que distintos referentes contarán sus experiencias militantes estudiantiles universitarios, según las distintas décadas: Somaini hablará de la década del 50; el secretario general de la Unión Cívica Radical, Juan Roberto “Chino” Robles, de los 60; el propio Masaguer, de los 70 y Neme Sheij de los 80. “Junto a mí colocaremos una silla que quedará vacía, como homenaje a los 30.000 desaparecidos en la dictadura”, añadió Masaguer. Y dijo que invitarán a la agrupación Madres de Plaza de Mayo y a otros organismos de derechos humanos.
Turbay, que integró la Comisión de la Memoria, creada en la UNT tras la dictadura, cerrará la ronda de discursos. “Mientras la sociedad ya había puesto sobre la mesa el tema del terrorismo de Estado, en la UNT seguía siendo una asignatura pendiente”, dijo Turbay.
Korstanje cuestionó el sentido individualista que, según dijo, impera hoy en la casa de Juan B. Terán. “Este grupo busca recuperar la UNT como espacio de debate; de ideas, no de confrontación”, dijo. Neme Scheij ratificó este mensaje: “No entendemos la política como un Boca-River. Debe imponerse la razón, no la fuerza; y la opinión minoritaria debe ser respetada. La misión de este grupo es sentar las bases para volver a esos debates”.