Ensayo
LOS ARGENTINOS Y LOS IMPUESTOS
JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ ROMÁN
(Siglo XXI - Buenos Aires).
José Antonio Sánchez Román, historiador económico español, quien en el 2005 publicara un libro sobre la industria azucarera del país en el período 1853-1914, nos ofrece ahora una interesante descripción de la determinación y discusión de los impuestos nacionales en la Argentina en el período 1914-2000, destacando al decir de él los lazos frágiles que hubo entre sociedad y fisco. Presenta los argumentos de los distintos sectores: empresarios, sindicatos laborales, partidos políticos y Estado en la discusión de que tipo y estructura de los impuestos se deseaba establecer. Aparecen los argumentos de justicia social y proteccionismo comercial en forma recurrente, destacando como las situaciones de déficit fiscal condicionan el tipo y estructura de impuestos. Impacta la gran volatilidad del sistema tributario argentino.
Su objetivo es identificar si la conducta del Estado en materia impositiva es del tipo confrontativo o cooperativo. Quiere ver la capacidad del Estado de ganarse la confianza del ciudadano, ver su percepción sobre los gobernados y de los contribuyentes sobre la justicia social. Estudia la evolución de los impuestos externos e internos, directos e indirectos, y el grado de consolidación de la institución encargada de su recaudación. Se discute la incidencia de cada impuesto (en quien recae), el grado de progresividad (equidad), sectores más favorecidos, y la capacidad recaudatoria de cada uno de ellos. Su enfoque es más bien del tipo macroeconómico. Aunque no se estudian los impuestos provinciales ni el régimen de coparticipación federal, se describe el rol de las provincias en las discusiones de los impuestos nacionales. Los impuestos provinciales serán motivo de un nuevo estudio.
Creaciones
La descripción de los subperíodos 1914-1932 y 1932-1945 pienso que son los más ricos en materia de discusión impositiva, con más argumentos e información de estructura de la recaudación. Los impuestos externos y algunos otros como patentes eran la base recaudatoria antes de 1914. El primer subperíodo enfrenta la discusión del impuesto a la renta (luego réditos y ganancias) que se establece recién en 1932. Se planteaban temas como la industrialización, justicia social y variaciones cíclicas de la recaudación. El Estado había aumentado su tamaño tomando a su cargo diversos servicios públicos y buscaba su autonomía económica.
El segundo subperíodo comienza con la creación del impuesto a la renta y su posterior discusión de convalidarlo, en donde Raúl Prebisch juega un rol importante junto a otros graduados de la UBA que luego fortalecen el accionar de la nueva repartición encargada de recaudar el impuesto a la renta, la DGIR (siendo su primer director Ernesto Malaccorto). El impuesto a las transacciones (que en la década de los 90 reapareció como impuesto a los débitos bancarios) que tuvo muchas críticas se lo sustituye por el impuesto a las ventas en 1934 y tasa básicamente exportaciones y algunos productos industriales. Se interviene el mercado cambiario y se desdobla el mismo en un mercado oficial y otro libre, el cual le aporta fondos adicionales al Estado. También hubo problemas de endeudamiento.
Fusiones
En el período 1946-1955 se fusionan la DGIR con la de Impuestos Internos en la DGI. Los mayores beneficios sociales llevan a generar más recaudación con la contribución de la seguridad social con aportes de empresarios y empleados, se establece el impuesto a las ganancias eventuales y aumenta el de las herencias. Como en el período anterior se vuelve al control de cambios y con la creación del IAPI el sector externo le genera importantes ingresos al fisco. La inflación comienza a generar problemas presupuestarios y lleva a diversas modificaciones del sistema impositivo. Pareciera que el sistema impositivo fuera progresivo durante 1946 al 1949 y en 1954 la DGI busca el consenso de los contribuyentes.
Posteriormente en el período 1955-1976 el sistema impositivo parece perder sus logros anteriores. Se buscaron mecanismos que logren una mayor recaudación y desarrollo industrial. La inflación y la evasión presentaban problemas y el autor lo considera como un período de descomposición fiscal. Se trató de controlar diversas fuentes de gastos públicos y parecía que la DGI había perdido parte de la eficiencia lograda anteriormente. Existe una interesante discusión sobre que es la clase media.
El libro finaliza con la discusión del IVA que reemplaza al impuesto a las ventas en 1974. El IVA llegaría a una base de contribuyentes mucho mayor que el de ventas y tendría efectos menos distorsivos, y luego se constituiría en un importante componente de la recaudación total. Los temas impositivos más recientes son abordados en forma muy sucinta. Seiscientos treinta notas al final del libro brindan una muy buena información de las fuentes que sirvieron de apoyo para el autor.
En economía se encuentra que querer lograr equidad social vía los impuestos es muy difícil. En realidad el impuesto proporcional ya es progresivo en los niveles. Los estudios empíricos encuentran que cada tramo de ingreso contribuye con la misma proporción. Si se quiere ser progresivo lo mejor es hacerlo vía el gasto público. Por otro lado hay muchos temas microeconómicos que creo guían mejor la discusión del sistema impositivo (mala asignación de los recursos entre otros). Con respecto a los impuestos externos el impuesto a las exportaciones sería equivalente al de las importaciones y ello es relevante para entender su discusión. Encontrar los verdaderos determinantes de los impuestos quizás requiera un análisis más pormenorizado y aplicar un enfoque más general para poder identificar los verdaderos causantes del sistema impositivo. También sería bueno integrar más temas de las provincias aun para analizar los impuestos nacionales y otras contribuciones no incluidas.
El libro es muy provocativo y de interés para el lector en general.
© LA GACETA
Víctor J. Elías