La actividad académica y administrativa de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) lleva unas tres semanas de receso, pero los operadores políticos de los “rectorables” trabajan horas extra. En servilletas de bares anotan los “porotos” con que contarían cada uno de los candidatos: la vicerrectora, Alicia Bardón; los decanos Eduardo Coletti (Arquitectura) y Mateo Martínez (Medicina) y el referente del espacio político de debate Otra UNT es posible, Eduardo Ruiz Pesce.
Podría decirse que el equipo de operadores está conformado por un “general” -o un par, a lo sumo- y por un responsable de facultad. Precisamente, fuentes de una de las unidades académicas que se encuentran en el centro universitario Ingeniero Roberto Herrera -ex Quinta Agronómica- juran que vieron a un “general” del equipo del rector, Juan Alberto Cerisola -apoya a Bardón- cafetear con un operador cercano al diputado nacional Luis Sacca -juega para a Coletti- de otra de las unidades académicas de ese predio. El dato no resulta menor: uno de los principales fuertes de Coletti es el llamado “Consorcio de la Quinta”, grupo conformado por los decanos de las facultades del centro Herrera: Agronomía, Arquitectura, Económicas y Exactas.
No sería la única maniobra del cerisolismo para quebrar este consorcio: el 14 de febrero, Gustavo Adolfo “Tano” Vitulli empezará a gestionar la estratégica Secretaría de Bienestar Universitario, que liberó el saquista Mauricio Argiró cuando renunció el 20 del mes pasado.
No sólo se opera en bares: los ringtones de los celulares se oyen en las localidades turísticas tucumanas e, incluso, en países limítrofes, donde algunos peso pesados siguen escuchando ofertas de candidaturas, pese a que están de vacaciones.