Está claro que en materia de juego reducido a Salta hay que tratarlo de usted. El juego de siete le sienta bien a los “mayuatos”, que entre sus últimos laureles tienen el haber sido campeones del Seven de la República en 2012 y finalista el año pasado. Sólo chapas de ese calibre podían impedir que la furia de Huirapuca volviera a arrasar en el Seven de Tafí del Valle, como lo hizo el año pasado.
Bajo el apelativo de Upgrade, el seleccionado de “La Linda” se impuso en una final peleadísima a Buteler (Concepción) por 12 a 10 y terminó a los abrazos y derramando cerveza en la Copa de Oro Club LA GACETA.
Por su parte, el seleccionado tucumano II, bajo el nombre de Appi Salud, se adjudicó la Copa de Plata al ganarle con un categórico 33-0 a El “10” (Lince).
Salteños y concepcionenses se postularon rápidamente como favoritos en la fase clasificatoria, tal vez no desde los resultados, pero sí desde el nivel de juego. Combinando velocidad punta, potencia y vehemencia en los rucks, fueron dejando rivales en el camino hasta encontrarse por primera vez en el cierre de la etapa de grupos, en la que los salteños preanunciaron cuáles eran sus pretensiones al vencer 24 a 10 a los del Sur.
El reencuentro se produjo en una final de 20 minutos en los que pasó de todo. Upgrade fue directamente al hueso y en apenas tres minutos ya ganaba 12 a 0, con una escapada de Ezequiel García Ascárate y un atropello del rubio Ignacio Michelena (quien finalmente resultó elegido Mejor Jugador del Torneo). Su control de la pelota le permitió mantener a raya al “viento del sur”, que por impedir el golpe de gracia no podía elaborar una jugada ofensiva. Hasta que una ovalada suelta cayó en las manos de Julián Fornaciari, quien tras eludir a dos, hipotecó los pulmones en una furiosa corrida hacia el ingoal.
El eco del golpe llegó en tiempo cumplido, cuando Isaías Montoya Belloto le devolvió el aliento a su equipo con un try que lo dejó apenas dos por debajo en el tablero.
Pudo haberlo ganado “huira” a dos minutos del final, pero Macario Villaluenga y su velocidad de Fórmula 1 no llegaron a atrapar esa pelota que Augusto Miranda dejó servida cuando lo frenaron a centímetros del ingoal. Por eso, y sólo por eso, la copa se fue con rumbo a Salta. “Perder así duele más. No puedo creer, estuvimos tan cerca”, se lamentó Miranda, mientras detrás suyo, Upgrade ya andaba a los saltos.
No es novedad que una nueva copa vaya a parar a las manos de los “mayuatos”. Los vecinos vienen puliendo casi a la perfección el juego reducido y ya son una de las potencias a nivel nacional. En esta ocasión vinieron con la mayoría de sus figuras para cerrar una temporada de seven con una gran sonrisa. Objetivo cumplido.