El programa de mensajes instantáneos WhatsApp prometía ser diferente a Facebook y otros grandes del sector: sin publicidad y sin análisis de las cifras de usuarios. Pero ahora, la empresa con 450 millones de clientes pasará a formar parte de Facebook, aunque a los usuarios se les promete que nada va a cambiar.
Con la adquisición, Facebook no sólo se hace con un programa muy popular, sino también con el paquete de usuarios de WhatsApp y el acceso a sus datos y libretas de direcciones.
Hasta ahora, la firma de California era un caso raro dentro del negocio de internet, sin publicidad y por tanto sin necesidad de analizar los datos de sus clientes, repetía una y otra vez el cofundador de WhatsApp Jan Koum. “No nos interesan las informaciones de nuestros usuarios”, dijo en enero, y garantizó que el pago de un dólar al año era suficiente para el funcionamiento de la compañía. Sin embargo, ahora pasará a formar parte de una empresa que vive sobre todo de adaptar la publicidad en base a lo que sabe de sus más de 1.200 millones de usuarios.
Aclaraciones necesarias
“Cuando se era un ‘rebelde’ contra las convenciones, hace falta salir a dar explicaciones ante ante un paso así”, analizan los columnistas Andrei Sokolov y Daniel Schnettler, de la agencia DPA. Por eso, Koum se apresuró a garantizar, apenas anunciada la transacción por valor de U$S 19.000 millones, que para los usuarios de WhatsApp “no cambiará nada”.
No habrá publicidad que interfiera en la comunicación con los amigos y no habría habido acuerdo con Facebook si ésta no hubiese aceptado los términos de WhatsApp, dijo el fundador. “Pensamos que la publicidad no es adecuada para nuestro producto”, subrayó Koum también en una teleconferencia junto con el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
Los dos aseguraron que WhatsApp seguirá siendo independiente, si bien Zuckerberg también dejó en claro que el tema de los ingresos tiene que mejorar. Hay que ver la forma de convertir a WhatsApp en un verdadero negocio, dijo. WhatsApp administra el alud de unos 18.000 millones de mensajes al día con un presupuesto reducido y solamente 50 empleados. “No somos codiciosos y somos ahorrativos”, había dicho Koum hace unas semanas una la conferencia sobre internet DLD en Múnich.
Los jefes de ambas compañías callaron sin embargo acerca de qué es lo que va a cambiar, si bien Koum había declarado anteriormente que en su opinión hay límites muy claros en lo que respecta al uso de los datos de las personas. Así, al ser interrogado acerca de si WhatsApp estaría dispuesto a ceder ante las autoridades chinas para poder acceder a ese mercado, respondió: “Nosotros no hacemos compromisos”.