CARACAS.- Las calles de las principales ciudades de Venezuela fueron bloqueadas por críticos al gobierno de Nicolás Maduro, en medio de la peor ola de protestas en una década que ya dejaba más de una docena de muertos. Los opositores amontonaron basura y escombros y les prendieron fuego para bloquear el tránsito en zonas acaudaladas de Caracas y en otras, pese a los exhortos de líderes políticos de protestar pacíficamente.
Desde principios de febrero, miles de venezolanos han salido a las calles para protestar contra el Gobierno, al que culpan de la galopante inflación, el desabastecimiento y la inseguridad.
Aunque las protestas ya dejaban varios muertos, cientos de heridos, detenidos y daños a la infraestructura, nada indica que tuvieran suficiente impulso para amenazar la continuidad de Maduro, que asumió en abril del año pasado para suceder a su fallecido mentor Hugo Chávez. El presidente, un ex sindicalista de 51 años, acusa a la oposición de fraguar con ayuda de Washington un golpe de Estado, siguiendo el libreto de la revuelta que en el 2002 alejó a Chávez del poder por unas horas. A pesar de todo, la Casa Blanca afirma que está trabajando con sus socios regionales para llamar a la calma.
Las manifestaciones perdieron intensidad, pero el transporte público seguía funcionando a medias ayer y mucho comercios bajaron sus cortinas temprano por temor a saqueos. Las protestas, aseguró Maduro, están concentradas en un puñado de municipios gobernados por la oposición y son apoyadas apenas por un 5 % de los venezolanos.
En los últimos días, los enfrentamientos más violentos ocurrieron en el estado occidental de Táchira, fronterizo con Colombia, donde se desplegó un batallón de paracaidistas. En la capital, San Cristóbal, una persona murió ayer y la fiscalía reportó otro fallecido sin aclarar en qué lugar, llevando la cuenta de víctimas fatales relacionadas directa o indirectamente con las protestas en el país a 13. Desde el propio oficialismo, el gobernador de Táchira criticó la presencia militar en su estado. “Me molesté mucho con el sobrevuelo de aviones militares en Táchira, fue un exceso inaceptable”, dijo José Vielma.
Maduro había convocado a una reunión con gobernadores, a la que también fue invitado el líder de la oposición Henrique Capriles, gobernador del estado Miranda. Pero Capriles finalmente decidió no asistir.
En un encuentro con la prensa, sostuvo: “En un clima de represión y de violencia, con dos nuevos muertos este lunes, ¿cómo voy a ir a presentarme ante el Palacio de Gobierno con aire acondicionado, en un ambiente cerrado? Nos amenazaron con que a los proyectos que fueron aprobados por el consejo estadual no se les van a dar los recursos. Chantaje. Te convocan con una pistola en la cabeza”, enfatizó. “El Palacio de Miraflores no es el espacio para convocar a un diálogo en el país. ¿Quién está reprimiendo?, ¿dónde están las investigaciones? Yo no voy a ser el que le lave la cara a Nicolás. Lo que quieren es que nos demos la mano como si el país estuviera en una situación de absoluta normalidad”, agregó. (Reuters-especial)