ROMA, Italia.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner almorzó hoy a solas con el Papa Francisco, durante unas tres horas, en la residencia Santa Marta, en lo que fue su tercer encuentro desde que Jorge Bergoglio es obispo de Roma. La mandataria llegó unos minutos más tarde de lo acordado con una bota ortopédica en su pie izquierdo y una visible dificultad al caminar. Luego explicó que sufrió un esguince de tobillo.
El encuentro, calificado como ameno por la agencia Télam, comenzó minutos antes de las 13 (9, hora argentina) y culminó a las 16 hora local (12 de nuestro país). El sumo pontífice aguardó a la mandataria en la puerta de Santa Marta para ingresar juntos y lo primero que le dijo al verla con la bota ortopédica fue: "¡Qué mala pata!".
La presidenta le obsequió al papa un libro con una imagen del ex presidente Néstor Kirchner en la tapa; un termo del Bicentenario y un cuadro de la virgen Santa Rosa de Lima pintado con vino Malbec argentino. Además, le llevó una foto de recuerdo de una visita que el ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio realizó a la villa 21 del barrio porteño de Barracas, donde está posando junto al padre José María "Pepe" Di Paola.
Según comunicó el vocero vaticano, Federico Lombardi, la visita de la Presidenta "tuvo el objetivo de presentar al Santo Padre el saludo, el augurio y los sentimientos de afecto del pueblo argentino en ocasión del primer año de pontificado", en referencia al aniversario del jueves último, informó el diario "La Nación".
Tras el encuentro, Cristina y la comitiva se dirigen a Ciampino, desde donde tienen previsto partir hacia París, donde la Presidenta se reunirá con su par Francois Hollande.