KABUL.- En medio de una relativa calma interrumpida por hechos de violencia aislados, los afganos votaron para afrontar el primer traspaso democrático del país desde la caída del gobierno talibán en 2001. Se instalaron más de 28.000 centros en todo el país.
Esta primera vuelta de los comicios presidenciales y provinciales registró una buena participación a pesar de las inclemencias del tiempo en el norte de Afganistán y de las amenazas de violencia de los talibanes. La comisión electoral afgana estimó que unos siete de los 12 millones de personas en condiciones de votar depositaron su sufragio en los comicios, lo que significa que el índice de participación podría girar en torno al 60%, ampliamente superior al 38,8% registrado en las elecciones de 2009.
Si bien no hubo atentados importantes, 211 de los 6.423 centros de votación del país tuvieron que cerrar debido a algunos incidentes. Tras votar temprano en la capital, el actual presidente, Hamid Karzai, manifestó su deseo de que “los afganos voten por su candidato elegido” y felicitó a los votantes por ir a las urnas “para escoger a su futuro presidente incluso con este mal tiempo”. Tres candidatos son los favoritos para sustituir a Karzai, al frente del gobierno desde hace más de 12 años y ganador de las dos anteriores elecciones presidenciales celebradas en 2004 y 2009. Los ex ministros Abdulhah Abdullah, Ashraf Ghani Ahmadzai y Zalmai Rassul encabezan las listas de aspirantes en unos comicios que posiblemente necesitarán una segunda vuelta, a celebrarse hacia finales de mayo en caso de que ningún candidato obtenga más del 50% de votos. El conflicto afgano está en uno de sus momentos más sangrientos desde la invasión de Estados Unidos, que propició la caída del gobierno islamista de los talibanes hace doce años. La fotógrafa de The Associated Press, la alemana Anja Niedringhaus, cayó muerta, mientras que la reportera la canadiense Kathy Gannon, de la misma agencia, fue herida al ser atacadas por un policía afgano. (Télam-especial)