KIEV.- El primer ministro ucraniano en funciones, Arseni Yatseniuk, advirtió a Rusia de las consecuencias de desatar una nueva guerra mundial a causa de sus maniobras militares en la frontera con Ucrania, mientras que varios líderes occidentales volvieron a amenazar con posibles sanciones contra el gobierno de Moscú.
“Rusia quiere empezar una Tercera Guerra Mundial”, dijo Yatseniuk, y aseguró que Moscú tiene “la total responsabilidad” de la agresión en territorio ucraniano -en referencia a las maniobras en la frontera y la actuación de separatistas prorrusos-, y del debilitamiento de la seguridad internacional.
El premier añadió que Kiev sigue comprometido con su promesa de dar mayor autonomía a las regiones del país mediante una reforma de la Constitución y garantizó a los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) libre acceso a todas las zonas del país. En tanto, se conoció que separatistas prorrusos capturaron a un grupo de observadores de la OSCE en la ciudad de Slaviansk.
Los siete representantes de la OSCE, junto a cinco militares ucranianos y el conductor del autobús en el que se trasladaba la delegación, fueron llevados por la fuerza a la sede local del servicio secreto.
Más temprano, en una conferencia múltiple, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente estadounidense Barack Obama, el primer ministro británico, David Cameron, el presidente francés, François Hollande y el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, se mostraron de acuerdo en aplicar más sanciones contra Rusia y volvieron a defender un proceso democrático en Ucrania.
“Las elecciones presidenciales del 25 de mayo son importantes para la gente en Ucrania para poder decidir de manera libre y abierta sobre su futuro”, informaron en un comunicado emitido por el Palacio del Elíseo. “Rusia debe llevar a cabo el desarme de todos los grupos armados ilegales y renunciar a las provocaciones o intimidaciones”, agregaron. Merkel volvió a apelar al presidente ruso Vladimir Putin para que utilice su influencia para calmar a los separatistas prorrusos en Ucrania.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, acusó a Occidente de maniobrar para ampliar su influencia sobre Ucrania. “A Estados Unidos y la UE no les interesa el futuro de los habitantes del país”, dijo. Pese a todo, reiteró la disposición de Rusia a contribuir a rebajar la tensión.
En la cumbre de Ginebra todas las partes se comprometieron a ello, y eso incluye el desarme de los ultranacionalistas en Ucrania.
El Kremlin dice que tiene el derecho a defender a los rusoparlantes que estén bajo amenaza y anunció que ha desplazado tropas adicionales en la frontera con Ucrania, que según la OTAN ya llegan a 40.000 efectivos.
Fuerzas especiales ucranianas lanzaron una operación para establecer un bloqueo total sobre Slaviansk, el bastión de los rebeldes, (DPA-Reuters)