Mañana se cumplirá una semana de la desaparición de Leila Aranda Costello y la desesperación crece a cada minuto entre su familia. La adolescente de 17 años fue vista por última vez el 26 de abril en una parada de ómnibus del barrio Diza y temen que esté en manos de una red de trata de personas.
La causa está siendo investigada por la Fiscalía de Instrucción de la VIII Nominación a cargo de Adriana Giannoni. Y en los últimos días la Policía realizó una serie de allanamientos en distintos barrios de la capital y sus alrededores. Sin embargo, se trabaja con la mayor reserva para evitar entorpecer la pesquisa.
Celeste Costello, su mamá, contó que la menor salió de su casa con la excusa de ir a comprar cigarrillos. “Como a la media hora, como no volvía, salí a buscarla y no estaba en ningún lado”, relató la mujer con angustia. “Ya tomaron el caso la Fundación María de las Ángeles Verón y Missing Children, también intervino el ministerio de Seguridad de la Nación pero sigue sin aparecer”, agregó la mujer.
Según expresó Celeste, temen que la adolescente haya sido raptada por una red de trata de personas. Las sospechas -añadió- giran en torno a un hombre mayor de edad, con antecedentes penales. “No puedo decir nada más porque no quiero entorpecer la investigación”, explicó la mujer.
La mamá de Leila también comentó que recibió mensajes del celular de su hija. “Mandan mensajes diciendo que ella está bien, que no la busquen, pero nosotros nos damos cuenta de que no es ella, no es su manera de escribir”, afirmó.
El día que Leila salió de su casa vestía un pantalón corto de jean y una campera marrón. Su mamá detalló además que la adolescente tiene dos tatuajes: unas mariposas en la espalda, a la altura del hombro derecho, y una liga en la pierna. Anoche la familia de la adolescente seguían sin saber nada acerca de su paradero.
“Estamos en contacto permanente con la Policía y en la Fiscalía están trabajando a puertas cerradas. Se están tomando todas la medidas para encontrarla pero aún no hay nada”, remarcó preocupada la madre de la menor.
En este marco destacó la importancia de que la desaparición de su hija ya tenga una repercusión nacional porque esto podría agilizar su búsqueda. También descartó la posibilidad de que la adolescente se haya ido de su casa por algún problema familiar. “No teníamos ningún tipo de problemas”, afirmó disipando cualquier duda acerca de los vínculos familiares de Leila.