BUENOS AIRES.- Piña va, piña viene, los muchachos se entretienen. A 8.500 kilómetros de distancia ya no hay pay-per-view posible, pero Marcos Maidana y Floyd Mayweather siguen pegándose de lo lindo. El duelo dialético, sin demasiadas provocaciones en la previa del combate, recrudeció después de una victoria que el estadounidense logró en las tarjetas, pero que el santafesino se niega a reconocer.
Apenas llegó a Argentina, el “Chino” tiró un cross a distancia. “Es una nena y un llorón”, atacó Maidana, quien tuvo una tumultuosa recepción en Ezeiza, entre periodistas y admiradores.
“Todos los rivales que pelean con Mayweather se intimidan por el show que hace y finalmente no saben qué hacer en el ring. Yo fui a pelear y a ganarle. Fue una pelea incómoda, me faltaron un par de golpes más”, continuó el oriundo de Margarita, para quien el reclamo de los guantes fue una cobardía del estadounidense. “Me sorprendió y me molestó el tema. Todo el tiempo buscaba excusas. Por mi parte, quiero la revancha ya, pero no tengo claro qué va a pasar. Por ahí prefiere buscar un rival más accesible”, golpeó otra vez el “Chino”, quien tras un período de descanso en su tierra natal, retomará los enfrentamientos de cara a una posible revancha que, se dice, podría suceder en septiembre.
Fiel a su estilo provocador, el de Michigan no tardó en contraatacar, y lo hizo por el terreno en el que es realmente invencible: el económico. En efecto, el gancho de “Money” fue enrostrarle a Maidana la diferencia entre las ganancias que la pelea le dejó a uno y otro. Mientras que el argentino se llevó un millón y medio de dólares más un pequeño porcentaje de la transmisión, “Pretty Boy” bajó del ring 32 millones más rico. Las cuentas dan números difíciles de dimensionar: US$ 14,815 por segundo; US$ 888,889 por minuto o US$ 2,666,667 por round.
Eso sin contar los suculentos beneficios del pay-per-view. “Yo gané 70 millones de dólares en 36 minutos”, anticipó Mayweather en su cuenta de Instagram. Nada extraño para alguien que gusta alardear de los 88 autos de lujo que tiene en el garage de su mansión.
Al margen de los billetes, sigue despertando curiosidad la amistad entre el mejor boxeador del mundo y el cantante Justin Bieber, orientado al público femenino adolescente. “No podés subir al ring y pelear sucio contra el boxeador más técnico”, opinó el cantante pop. Maidana se limitó a responderle: “en una pelea, se usa todo”. (Télam-Especial)