BUENOS AIRES.- Luego de estar demorada en el aeropuerto más de 11 horas por un problema con el pasaporte de uno de sus tres hijos, Wanda Nara finalmente pudo ingresar ayer al país. Mucho se habló de por qué aguardó tanto tiempo en Ezeiza. ¿Acaso Maxi López no quería firmar el permiso? ¿Fue por venganza?
La verdad salió a la luz y no fue así. Al parecer, Cuando Wanda aterrizaba en Ezeiza, Maxi López partía rumbo a Miami con su nueva novia, una bella modelo sueca con quien fue fotografiado días atrás en Génova. Al prender su celuar, el futbolista vio la catarata de llamadas perdidas. Y se comunicó con su abogado para darle el visto bueno que necesitaban Wanda y su hijo.
Ni bien se enteró de la situación, el futbolista de la Sampdoria llamó a su abogado para darle el visto bueno que necesitaba Migraciones. Y como el profesional tiene un poder para tomar decisiones en nombre de su cliente, autorizó el ingreso de Constantino al país en nombre del padre.