Marcaron su destino de reencuentro el 11 de julio de 2010, cuando en Johannesburgo jugaron el último partido que el Mundial de Sudáfrica tuvo para ofrecer. España hizo de aquella fecha la más importante de su historia coronándose campeón del mundo por primera vez. Y lo logró justo contra un Holanda que si de algo no está orgulloso es de haber caído en las tres finales que disputó (Alemania 1974 y Argentina 1978 habían sido los subcampeonatos anteriores).
Pero ahora, aquellos segundos puestos analizados cual karmas, toman un valor importante y sobre todo, le dan emoción a un picantísimo grupo. Los finalistas de hace cuatro años se encargarán de abrir el telón de la zona y la estrenan el viernes 13, para reeditar de entrada en Brasil, el partido que más se esperó en Sudáfrica.
Chile y Australia serán el relleno de un cuadro con dos potencias que aplastan en cualquier encuesta. Sólo porque a los partidos se los gana en la cancha, y porque esto es fútbol y siempre cualquier cosa puede pasar, es que sudamericanos y oceánicos tienen chances de dar pelea a “la furia roja” y a “la naranja mecánica” (motes que no fueron puestos en vano).
Andrés Iniesta fue el autor del gol con que España se subió a lo más alto del podio pasado, a los 11’ del suplementario. Y él mismo encaminó a su selección en la Eurocopa que ganaron en 2012. Esta vez no hay nada que le impida al “cerebro” de Barcelona volver a ser vital para que los ibéricos superen la fase clasificartoria sin demasiados dramas. Al menos de entrada son favoritos.
El equipo de Vicente del Bosque, el que se caracteriza por adueñarse de la pelota y lastimar con fútbol, también fue rival de Chile en la zona H de Sudáfrica 2010 (le ganó 2-1), y esta vez lo enfrentará en segundo turno, esperando que el equipo del argentino Jorge Sampaoli, a quien un compatriota como Marcelo Bielsa le dio renombre mundial, no lo lastime con su velocidad de ataque. Para el último tiene a un Australia que jamás vio oficialmente; un rival que jugará un Mundial por cuarta vez y logró pasar de ronda sólo en Alemania 2006. ¿Se cumplirán los pronósticos o las sorpresas coparán el B?