Los bancos atenderán hoy y mañana sólo hasta el mediodía, según aseguró a LA GACETA el titular de la Asociación Bancaria local, Eduardo Bourlé. El dirigente recordó que se debe al paro que se desarrollará durante la última hora de atención al público de las entidades y advirtió a los clientes que desistan de asistir después de ese horario porque no podrán efectuar pagos ni gestiones.
“Las medidas forman parte del reclamo que venimos haciendo para que se den a conocer los responsables de la represión contra afiliados y dirigentes del 13 de mayo; para que se reincorporen los 36 compañeros despedidos de la Caja Popular de Ahorros (CPA) y para que se elimine el impuesto a las ganancias, que confisca el 30% de nuestros salarios”, detalló.
Bourlé precisó que las medidas vienen siendo progresivas y que por ello el miércoles y jueves próximos se concretará una huelga con las mismas características.
“El Congreso Nacional de la Asociación Bancaria podría decidir un paro nacional para el 8 de julio, porque no obtuvimos respuestas hasta ahora”, adelantó.
El sindicato llevará adelante durante estas jornadas también movilizaciones por la zona del microcentro en la que se encuentran las sucursales de los principales bancos. Está previsto que la concentración comience en la esquina de Maipú y San Martín.
La última medida de La Bancaria fue hace 10 días, cuando se cumplió el segundo paro nacional del sector tras los incidentes del mes pasado.
Durante la mañana del martes 13 de mayo se produjo un violento enfrentamiento dentro de la casa central de la CPA (San Martín y 25 de Mayo) y en las inmediaciones de la plaza Independencia. La gresca entre dirigentes gremiales que repartían panfletos de protesta y trabajadores afines al interventor de ese organismo crediticio, Armando Cortalezzi, derivó en la intervención de la Policía.
El saldo fue que varios miembros del gremio, entre ellos el propio Bourlé, terminaron internados con heridas de bala de goma y fuertes golpes. Una serie de denuncias judiciales cruzadas engrosó aún más los expedientes del conflicto en Tribunales. Desde entonces, los paros y las marchas de La Bancaria se sucedieron.
El enfrentamiento original entre el gremio y el Gobierno había estallado en septiembre de 2012, cuando el Poder Ejecutivo había tomado $ 172 millones de los fondos de garantía de la CPA, a cambio de Letras del Tesoro. En 2013, el pleito se había agravado por las cesantías de miembros de La Bancaria.