Al final, no todo estuvo perdido. Francia y Colombia lloraron las bajas de Frank Ribery y Radamel Falcao, pero secaron sus lágrimas y siguieron. ¿Cómo lograron superar las ausencias de sus líderes cuando más de uno pensó que sin ellos la excursión a Brasil duraría lo que el agua entre las manos?
“Claro que la ausencia de un integrante y líder de grupo genera un impacto”, aclaró Juan Vicente Garbero, psicoanalista especializado en psicología del deporte. “Cuando alguien que tiene un lugar particular en el grupo estableció una buena relación y sobre todo logró pertenencia, el cambio transitorio del impacto desorganizativo pone en juego la exigencia adaptativa de ese grupo”, reflexionó. En su análisis de líder ausente, Garbero no hace más que revelar que Francia y Colombia tuvieron una gran capacidad para elaborar la situación de adaptación pese a la lumbalgia interminable del francés y la rotura de ligamentos cruzados del colombiano.
Ambas selecciones terminaron primeras en sus grupos y lograron clasificar a octavos y cuartos de final en base a un juego que sobre todo tuvo contundencia (aún cuando sus grandes lesionados son delanteros). Francia marcó ocho goles en la primera ronda, y venció 2-0 a Nigeria en octavos. Por el lado “cafetero” fueron nueve goles en la fase de grupos, y otro 2-0 sobre Uruguay para pasar de fase, por lo que los números dejaron en claro que el equipo no extrañó la falta de clemencia del “Tigre” con las redes enemigas. “Todo esto significa que ambos tienen un muy buen entrenamiento táctico y logístico que ha funcionado. Demostraron gran adaptabilidad para superar el impacto de un cambio como el que significó perder al líder. Lo que no significa que las figuras que se perdieron no hayan sido registradas como pérdidas, sino que el equipo generó una rápida elaboración de un duelo estratégico por quien no está. Lo que es claro porque igual supieron planificar las formas de abordaje a los rivales”, explicó Garbero. Entre otras virtudes de los equipos que mostraron buen rendimiento pese a sus bajas, mencionó las capacidades de aquellos que entraron en sustitución de las estrellas lesionadas.
Que todo se analice en torno a un deporte colectivo como es el fútbol sintetiza los análisis. Los aclara, igual que entender que ambas selecciones, como las 30 restantes que participaron del Mundial, se prepararon durante mucho tiempo para la competencia más importante del planeta. “No es que si se pierde al gran jugador el equipo se cae. Es que la preparación para un Mundial en cualquier deporte grupal, necesita también de atención a la técnica, táctica y logística; entendiendo que son probables las posibilidades de perder a un jugador y que las sustituciones son válidas. Entonces el espíritu de grupo no se quiebra, sino que sigue funcionando”, reforzó el especialista, que ponderó el espíritu grupal que les permitió a Francia y a Colombia salir a flote.
“Ellos no son un auto que cuando le sacaron una pieza dejó de andar. Las ausencias de estos jugadores se superaron porque en lo que se trabajó es en la capacidad adaptativa del grupo”, ejemplificó. Al parecer, en estas dos grandes selecciones desde un comienzo golpeadas, pero que supieron sacar pecho en los momentos justos, la unión hizo la fuerza.