MADRID, España.- La discusión sobre el mejor jugador de la historia del fútbol seguirá viva, pero hay algo que nadie discute: Alfredo Di Stéfano revolucionó las leyes del deporte rey para inaugurar una nueva era, cambiando el sino de Real Madrid hasta convertirlo en el mejor club del siglo XX.
Di Stéfano alteró la historia del fútbol en la década de 1950. Con sólo verlo, un hincha se daba cuenta de que era un jugador revolucionario, una especie de visionario, un hombre adelantado a su tiempo, como cualquier genio de cualquier disciplina.
El argentino, quien murió hoy en Madrid a los 88 años tras sufrir el sábado un paro cardíaco, disputó su primer encuentro jugando para River Plate el 15 de julio de 1945. En 1949 se inició una huelga de futbolistas en Argentina y emigró al fútbol colombiano, cuya liga tenía los mejores jugadores de la época. Y actuó en el Millonarios de Bogotá, su "trampolín" hacia Real Madrid.
En 1952, Millonarios fue invitado a Madrid participar de un torneo internacional, y coincidió con la celebración de los 50 años del club español. El delantero lideró la goleada por 4 a 2 al conjunto anfitrión. El club blanco se enamoró de él inmediatamente. A partir de ahí comenzó una de las historias más excitantes de la historia del fútbol: la pugna entre Real Madrid y Barcelona por contratar al argentino.
Di Stéfano llegó a un acuerdo con el club catalán y la FIFA autorizó el traspaso de River Plate, poseedor de sus derechos, pero no la Federación Española. El 13 de mayo de 1953 llegó a Barcelona dispuesto a firmar su contrato, pero Santiago Bernabéu, presidente de Real Madrid, lo convenció de romper su acuerdo con el equipo catalán e incorporarse al club blanco.
El 15 de septiembre de ese año la Federación Española emitió un comunicado en el que autorizaba a Di Stéfano a jugar cuatro temporadas en la Liga Española, dos en Real Madrid y dos en Barcelona. La comisión directiva del equipo blaugrana protestó y dimitió, y sus sucesores firmaron un acuerdo con Real Madrid el 23 de octubre, por el que concedía a Santiago Bernabéu todos los derechos sobre Di Stéfano. Comenzaba una nueva era.
El club catalán era el claro dominador del fútbol español en aquella época y Real Madrid estuvo 21 años sin ganar la Liga. Con la llegada del astro, equipo de la capital española consiguió ocho de los siguientes diez títulos y una Copa de España. Además, Di Stéfano se erigió como el máximo goleador del torneo nacional en cinco campeonatos.