Era de suponerse. Rosario Luchetti renunció al plantel de Las Leonas y el hecho trajo cola. Ahora dieron un paso al costado Silvina D’Elía, Carla Rebecchi, Mariela Scarone y Daniela Sruoga, jugadoras de trayectoria y experiencia. El cortocircuito del plantel con la Confederación Argentina de Hockey (CAH) salta a la vista con el mensaje de la renuncia de Luchetti: “al no compartir los mismos valores con la actual dirigencia, quiero hacer pública mi renuncia al seleccionado femenino de hockey”.
La Confederación viene tomando medidas de una manera inusual. Cuando Aníbal Fernández tomó la posta en la Confederación, Marcelo Garraffo era el entrenador de Las Leonas, y Franco Nicola el de los caballeros. Despidió a los dos, siendo que Nicola había tenido un período de éxitos con los varones.
Al plantel de las chicas llegó Emanuel Roggero y en los caballeros, el “Chapa” Retegui. Eran cambios tras otro los que sufría el plantel y eso pesa a la hora de pensar en los objetivos. Ya en nuestra provincia, en el marco de la Liga Mundial, se comentaba que las chicas no tenían onda con Roggero, el entrenador de turno. Ese malestar rondaba por todos los sectores del estadio y hasta en la misma cancha. En sus rostros se notaba cierta disconformidad. Las Leonas eran las máximas candidatas junto con Holanda para pelear por el título de la World League y ni siquiera pudieron subirse a un lugar en el podio. Finalizaron cuartas.
Se fue Roggero y regresó Retegui como entrenador. A partir de allí el semblante en las caras de las integrantes del plantel era otro, muy distinto al que mostraron en Tucumán. Ese cambio se vio en la Copa del Mundo. Si bien no se pudo reafirmar el título conseguido en Rosario 2010, el ánimo del grupo fue otro y Argentina volvió a subirse a un podio. Hace unos días se nombró a Santiago Capurro como técnico de Las Leonas. Aparentemente fue la gota que rebalsó el vaso.
En la época de Sergio Vigil como entrenador estas cosas no pasaban. El hockey parece o está “politizado”. Es duro ver que jugadoras de un equipo amateur que llenó de gloria al hockey y escribió una historia dorada como ningún otro deporte amateur lo hizo, se vayan de esta manera. “No puedo creer que Vigil y Garraffo estén fuera del sistema porque no piensan como estos dirigentes”, dijo Magdalena Aicega, la ex capitana de las Leonas. Seguramente muchos pensarán igual que ella.
Sería triste pensar que este es el final de un ciclo glorioso de Las Leonas. Esperemos que no sea así, por el bien de este maravilloso deporte que tantas alegrías nos da. Las Leonas tienen grandes valores y merecen ser respetadas.