MADRID.- Veneración, saetas y claveles rojos: Alfredo Di Stéfano recibió el adiós del mundo del deporte con un multitudinario homenaje elevado a la altura de su leyenda. El estadio Santiago Bernabéu se vistió de luto para despedir al símbolo del club, fallecido el lunes a los 88 años. Miles de aficionados desfilaron en respetuoso silencio por la capilla ardiente, instalada en el coliseo blanco.
Tres generaciones diferentes se postraron ante el féretro en el que descansaban los restos Di Stéfano. Atrás quedaban las banderas del Real Madrid y las fotografías que recordaban a quien fue uno de los más grandes protagonistas de la historia del fútbol. Delante, las cinco Copas de Europa que ganó entre 1956 y 1960.
No sólo lloraban los contemporáneos del ex jugador, sino también muchos de los nietos que acompañaban a quienes hace décadas lo vieron jugar. Fuera del estadio, se escucharon varias saetas, el canto religioso tradicional interpretado fundamentalmente en las procesiones.
Uno de los primeros en acudir a la capilla ardiente fue Florentino Pérez, el presidente de Real Madrid. Luego fueron llegando futbolistas históricos, entre ellos los actuales capitanes, Iker Casillas y Sergio Ramos, quienes interrumpieron sus vacaciones para despedirlo.
El último viaje de Di Stéfano se producirá hoy, cuando sea enterrado en el cementerio de La Almudena madrileño, en un acto íntimo a pedido de sus familiares. (DPA)