En algunos lugares, las promesas se cumplen en tiempo y forma; en otros, demoran un poco más de tiempo, pero se cristalizan. En San Miguel de Tucumán, puede ocurrir que transcurran más de dos décadas para que una obra se termine o que en su defecto, no se concrete nunca. Desde que comenzó el año en curso, se viene anunciando la revalorización de la peatonal Ramón Isauro Martínez, a la que se agregó la Celestino Gelsi y también la plaza Independencia. El proyecto, impulsado por la Federación Económica de Tucumán, que comenzaría a cristalizarse a fines de agosto, según el nuevo anuncio, se denomina Centro Comercial a Cielo Abierto y costará $70 millones.
La Municipalidad informó que unificará su propuesta con la de la FET para efectuar una presentación única en la Secretaría de Obras Públicas de la Nación. Dijo que los trabajos deberían empezar a la brevedad para anticiparse al período de lluvias, que suele comenzar generalmente en noviembre.
La iniciativa que es apoyada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), propone la revalorización del microcentro a través de obras de infraestructura y el funcionamiento de los negocios los domingos. En enero pasado, se anunció que se mejorarían las veredas, los desagües, las luminarias, y los frentes de los comercios con la idea de que los comerciantes del microcentro pudiesen competir con los shoppings.
Se había previsto entonces una inversión inicial de alrededor de $15 millones; los trabajos iban a iniciarse en marzo pasado. Se había señalado que para la concreción del proyecto era indispensable la erradicación de los vendedores ambulantes, hecho que sucedió momentáneamente. En este “shopping a cielo abierto”, se instalarán pantallas LED que proyectarán publicidad; habrá nuevas áreas, con mesas y asientos, así como pérgolas con plantas.
Un urbanista señaló que son bienvenidas las propuestas destinadas a ganar espacios públicos de calidad e incrementar el área peatonal, pero que se debe priorizar a los ciudadanos por encima de los “compradores”. Otro catedrático de la UNT coincidió con su colega y añadió que sería un error intervenir un espacio público imitando lo privado, es decir, pidió que todas las obras que se realicen tiendan a la inclusión, que sean “para el bien de todos y no sólo para el sector privado” y aconsejó que se colocaran enredaderas para mitigar el calor del verano. Uno de ellos criticó que no se haya buscado la participación ciudadana.
Cabe recordar que el 21 de diciembre de 2005, el intendente capitalino presentó el Plan Estratégico Urbano Territorial (PEUT), consensuado por autoridades, especialistas en urbanismo y vecinos de San Miguel de Tucumán y aprobado por el Concejo Deliberante. Este se elaboró con la idea de evitar que cada gobierno municipal que llegara al poder, realizara obras y tomara medidas sin una planificación surgida del consenso de las partes interesadas. Sin embargo, el PEUT fue aplicado parcialmente o ignorado en otros aspectos; tampoco volvió a promoverse la participación vecinal. Si la ciudad es la casa de todos, significa que hay que consultarles a sus habitantes, a través de las instituciones vecinales, cómo quieren vivir.
Sería positivo que esta revalorización peatonal se hiciera con un criterio inclusivo y que se piense en el bienestar común.