Si bien les preocupa la prolongación del conflicto que vive la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), decanos de seis facultades creen que todavía es posible salvar el año. Para ello, precisan, resultará necesario, entre otros, la predisposición de los docentes y aprovechar al máximo los plazos. “Aún estamos a tiempo. El calendario académico finaliza el 31 de marzo de 2015 y el cronograma es planificado hasta esa fecha”, señaló la decana de Arquitectura, Olga Paterlini.
El 23 de mayo, la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt) comenzó un paro por tiempo indefinido, que continúa en las facultades -esta modalidad fue flexibilizada en las escuelas-. Al cierre del cuatrimestre se habían cumplido 30 días hábiles sin clases, sin contar los sábados. Los docentes reclaman, entre otros, un aumento del 40% en un pago retroactivo a enero; la reforma del estatuto para incorporar la carrera docente y la plena ciudadanía para los preuniversitarios, y que las autoridades de la UNT gestionen en la Nación un adicional por zona desfavorable. Estos planteos dependen del Gobierno de la UNT, con excepción de la cuestión salarial.
El vicedecano de Filosofía, Santiago Rex Bliss, celebró las acciones del Rectorado. “Nos parecen atinadas las (decisiones de) la rectora (Alicia Bardón) de que la Asamblea Universitaria sea citada antes de noviembre y de que hayan resuelto pedir a la Nación que incluya una bonificación para los docentes: esto puede contribuir a resolver el conflicto”, indicó. Sobre la situación en Filosofía, dijo que, cuanto termine el paro, tomarán medidas para menguar su impacto: “tenemos plena confianza en construir consensos para alcanzar el objetivo; descontamos la buena disposición de docentes, alumnos y no docentes”.
El decano de Económicas, José Luis Jiménez, contó que el Consejo Directivo de esa facultad votó avalar el reclamo docente. “Nos preocupa mucho la pérdida del salario real, hecho que fue apoyado con un trabajo de docentes de Economía”, explicó. Según contó, el primer cuatrimestre en esa facultad se desarrolló con normalidad. “El miércoles, los docentes decidieron tomar la mesa de examen del segundo llamado; empezar el cuatrimestre y continuar el reclamo mediante otros procedimientos”, dijo. Entre estos, enumeró: “aportar estudios sobre la realidad docente que contribuyan a concientizar a la sociedad y sirvan para fundamentar los pedidos; explicar a los alumnos durante clases el porqué del reclamo y no evacuar consultas”. Según Jiménez, el año no corre riesgo en Ciencias Económicas.
Su homólogo de Exactas, Sergio Pagani, contó que esa facultad registra un significativo acatamiento al paro. Pagani considera que esto supone un problema porque la mayoría de las materias son cuatrimestrales y presentan una alta correlatividad. “Debemos completar lo pendiente del primer cuatrimestre antes de planificar las actividades del segundo. Esperamos que el conflicto sea superado lo antes posible y de la mejor manera para que los estudiantes vuelvan cuanto antes a las aulas”, dijo el directivo.
En Educación Física también existe una adhesión al paro de entidad. Según la decana Beatriz Silva, el acatamiento alcanzó al 80% del plantel. “Los alumnos acompañaron la lucha con el compromiso de los docentes de que, una vez levantada la medida, reestructurarán contenidos y tomarán exámenes”, dijo. Y añadió que ya reprogramaron las mesas de mayo y de julio/agosto, y el cronograma académico: “tomamos estas previsiones para no perder el año”.
La decana de Psicología, Rosa Castaldo, admitió que la medida de fuerza golpeará, pero se mostró confiada en poder reparar los daños. “Ningún paro tan largo es inocuo. Sin embargo, nos proponemos salvar el año: el cronograma académico se reorganizará para recuperar el tiempo perdido. Creemos que contaremos con la colaboración de docentes y alumnos”, expresó. Castaldo dijo que esto sólo tendrá sentido si las actividades se normalizan en las próximas semanas: “la situación sería irrecuperable si llegásemos a septiembre en estas condiciones”.