BUENOS AIRES.- La Policía realizó anoche nuevos allanamientos en otra de las sedes de la Fundación Felices Los Niños, que dirigía el sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por el abuso de menores a su cargo. En esa sede funcionaría un call center que se dedicaba a recaudar dinero donado a esa entidad.
Según los investigadores, los procedimientos se hicieron en la sede del Hogar San Juan de Dios, en el barrio Colegiales, donde también funcionaría el sistema telefónico de donaciones de la fundación.
Efectivos de la Policía Federal fueron convocados por la Fiscalía de Morón que está a cargo de la causa e investiga si se desviaron donaciones de la fundación a la cárcel de Campana, donde cumple condena el cura Grassi.
Informe periodístico
El escándalo se conoció cuando un informe del programa Periodismo para Todos sostuvo que el condenado recibía protección y un trato especial por parte de los guardia cárceles a cambio de dinero. Esto incluía el uso de cinco celulares, un televisor LED de 21 pulgadas con conexión satelital y estar en un lugar apartado del resto de los reclusos. Por esto la jefa del Servicio Penitenciario Bonaerense, Florencia Piermarini, apartó del cargo al responsable de la Unidad 41 de Campana donde está alojado el sacerdote. Precisamente, voceros oficiales confirmaron el “apartamiento preventivo” de Raúl Garnica para “garantizar la transparencia de la investigación”.
El lugar de Garnica será ocupado transitoriamente por autoridades del complejo penitenciario Campana. La decisión de apartar a al cuestionado funcionario surgió de una reunión de la jefa penitenciaria con el gobernador Daniel Scioli. El mandatario resolvió la intervención de la Fundación Felices Los Niños. (DyN - Especial)