En la ciudad de La Cocha, el cementerio convive en el mismo sitio con la iglesia de San Ignacio de Loyola. Desde hace más de 200 años conforman una fusión sacramental en el predio histórico, que le valió la declaración de Monumento Histórico Nacional.
El cementerio fue creado en 1746 y todavía sigue en pie, al igual que la capilla con su antiguo campanario. Las paredes relucen su blancura con el sol del mediodía. El piso tiene un color naranja formado por antiguas piezas de ladrillo. Mañana, como ocurre cada 31 de julio, se celebrarán las fiestas patronales de San Ignacio Loyola.
Durante todo el día, el pueblo le rendirá culto al santo. Por eso se preparan con una gran feria de comidas y artesanías para recibir a los visitantes (pobladores de otras localidades vecinas y turistas).
La imagen de San Ignacio, vestido con una túnica blanca y una mitra negra en la cabeza está a un lado de la nave principal del pequeño templo.
La fiesta tradicional de los lugareños comenzará a media mañana con la ceremonia religiosa de confirmación. La misa, por supuesto, se realizará en la histórica capilla rodeada por tumbas y mausoleos.
Por la tarde, se abrirá paso a un festival con músicos y figuras del folclore. Entre zambas y chacareras, se podrán degustar los platos típicos como locro, humitas, tamales, y empanadas en los distintos puestos alrededor del predio donde actuarán los artistas.
Se trata de una jornada de fiesta en la que los pobladores y los visitantes renuevan su fe a San Ignacio de Loyola y auguran un buen año de cosechas como se repite todos los años.
Para esta fecha, la plaza 9 de Julio, en el corazón de la ciudad de La Cocha, presume de su colorido. Al frente está la añeja construcción de la iglesia San José Obrero.
Muy cerca de la urbanización está el dique Los Pizarro, un sitio ideal para la pesca de pejerrey. Para llegar al embalse hay que transitar por la ruta 334 (en buen estado) en un trayecto de siete kilómetros desde La Cocha. La represa, en desuso, parece abandonada y sólo la visitan los pescadores.