“En Tucumán, no sos egresado de un buen colegio si no has ido a Bariloche. Esa es la verdad y la gran presión que tienen los padres. Por eso ni siquiera a ellos se los puede convencer de hacer un viaje diferente, un poco más productivo para el chico. Desde el colegio se les ha propuesto ir más al Sur del país, hacer deportes en canoa y también ir a bailar a Bariloche, pero cuatro días solamente. No, no quieren”, se lamenta el profesor Juan Carlos Hourcade, del colegio Sagrado Corazón.
El docente señaló que si bien la institución no organiza ni avala el viaje a Bariloche, sí acompaña a los adolescentes en la preparación para tener esa experiencia. “Porque Bariloche está armado para romper todos los sentidos, con la música a altísimos decibeles, las luces, el alcohol ... A los 20 minutos el adolescente está fuera de control. Entonces el chico que siempre fue un santo ese día deja de ser santo. Y si eso mismo pasa con 40 chicos, ahí tenemos un desborde”, advierte el magister en Doctrina Social de la Iglesia.
“Dentro de nuestro colegio, y sé que en muchos otros también, preparamos a los alumnos para realizar este viaje. Lo hacemos dentro de la asignatura Educación para el Amor, para hacerlos tomar conciencia de actuar con responsabilidad, a conciencia. Sabemos que los adolescentes están bombardeados por estímulos sexuales desde la publicidad, la televisión, las películas..., que tienen la pornografía al alcance de la mano porque tienen acceso a internet en el celular o desde la computadora de su habitación. Y todo ello sucede en un momento vital en que las hormonas les bailan a toda hora. Por eso nos parece importante, guiarlos en este sentido, sobre todo antes de hacer este viaje”, cuenta el profesor.
Hourcade lamenta que haya muchos padres que se desentienden absolutamente de los hijos y otros que se dejen manejar por ellos. A los chicos les pregunta en broma: “¿Y para qué quieren irse a Bariloche? Si es por emborracharse lo pueden hacer acá nomás. ¡Encima les sale más barato!”.