“No, no hablaré sobre esas cosas que no tienen sentido”. Esa fue la primera respuesta del gobernador, José Alperovich, ayer al ser consultado sobre si dio órdenes al ex director de Estadísticas, José Luis Ruiz, de no difundir determinados indicadores económicos y sociales. Sucedió en Banda del Río Salí, luego de un acto oficial de entrega de vehículos para la Municipalidad.
Pero luego, cuando se le preguntó si el despido había sido motivado por diferencias políticas, estalló y cargó contra el actual funcionario amayista. “Los tucumanos saben... cuando aumentó el desempleo, les dije. Y la inflación… ¿a quién se le puede mentir (con esa medición)? si cada ciudadano sabe lo que pasa. Todos los números que he dado son los que me dio él. No mentí nunca”, rechazó. Inmediatamente, desmintió que Ruiz haya sido separado de su cargo por su relación con el amayismo. “Se lo corrió (sic) porque hubo denuncias (contra él) de varios empleados por acoso laboral. No puedo permitir que en una repartición se acose empleados. Se lo corrió por ese motivo”, concluyó.
El estadístico, que asumió el viernes en el gabinete del intendente capitalino, Domingo Amaya, había manifestado en una entrevista con LA GACETA que había algunas cifras sociales y económicas de dudosa representatividad y que existían otras que se mantenían en reserva. Había dicho también que no se sentía identificado con el proyecto político de Alperovich y que su despido había sido por su cercanía con el amayismo.
Julio Saguir, secretario de Planeamiento, había explicado tras la publicación que le habían requerido la renuncia como consecuencia de tres demandas de empleados de la repartición por maltrato. Saguir era superior de Ruiz.
“Infamia”
“La infamia de Saguir de ensuciar mi persona es una clara evidencia de que no quiere discutir las cuestiones de fondo, sino distraer la atención del público”, retrucó Ruiz ayer. Aseguró que las “supuestas denuncias” serían falsas e infundadas y que su difusión tendría el único objetivo de “mancillar” su imagen.
“En mi paso por la Dirección tomé la decisión de desvincular a ñoquis y empleados sin compromiso institucional y de desplazar a otros que maltrataban a sus compañeros amparados en su cercanía con Saguir”, acusó.
Por otro lado, consideró que Saguir “se presenta como una especie de vocero de la Iglesia en el Gobierno”, pero que “deshonra” al catolicismo con su “estrategia inescrupulosa de atacar mi persona y de apelar al ‘miente, miente, que algo quedará’”.
Criticó, por otro lado, la labor de Saguir. Dirigió sus cuestionamientos al “Plan de Desarrollo Estratégico”. “En el mamarracho que muestra como Lineamientos Estratégicos -escrito antes de convocar a las instituciones intermedias- asegura que Tucumán ya cumplió con las metas de pobreza e indigencia de los objetivos de desarrollo del milenio y se lo hace repetir a las autoridades”, fustigó.
A fines de agosto, se había conocido que Ruiz había sido separado del puesto que ocupaba desde 2006. Fuentes oficiales de la Casa de Gobierno habían indicado entonces que había sido por cuestiones políticas. Alperovich, sin embargo, no había querido hacer declaraciones ni explicar los motivos ante la prensa en esa oportunidad.
El viernes pasado, 15 días después, Ruiz se sumó al municipio. En primera instancia, según detalló, se desempeñará como asesor. Desde el año que viene, cuando rija el próximo Presupuesto, se pondrá a la cabeza del flamante Instituto Municipal de Estadística e Información (IMEI). La incorporación de Ruiz al amayismo causó irritación en el Poder Ejecutivo y alimentó la interna en el oficialismo con vistas a 2015.