Desde hace algunos años, se ha convertido en uno de los blancos predilectos de los amigos de los ajeno. Algunos sectores de Barrio Sur son los más asediados. A fines de agosto pasado, los vecinos volvieron a protestar por la inseguridad permanente en la que viven y lograron que el ministro fiscal se interesara por su situación. Sin embargo, pese a algunas medidas anunciadas y a promesas, los robos no cesaron. Hace siete días, departamentos de dos edificios fueron asaltados en esa zona.
El domingo pasado, en el edificio de Buenos Aires 635, los delincuentes entraron a tres departamentos de la planta baja. En el inmueble de Rondeau 526, los cacos hurtaron en un departamento del 6° piso y en otro del 8°. Se estimaba que los robos se habrían producido a la siesta.
En septiembre, la receptoría de LA GACETA, ubicada en Rondeau y Chacabuco, fue asaltada por quinta vez. Los delincuentes se llevaron el dinero de la caja, así como el de las personas que se hallaban en el local. “Es la quinta vez que nos roban. Llamamos al 911 y al 101, pero llegaron 40 minutos después. Siempre pasa lo mismo”, dijo un empleado en esa oportunidad.
En nuestra edición de ayer, en la sección Cartas, un lector contó: “El 13/10, me encontraba en la puerta de mi casa, en Barrio Sur, alrededor de las 5 am, despidiendo a unas amigas cuando fuimos interceptados por ladrones armados. A pesar del temor y de la adrenalina, y de haber sido apuntado con un arma en la cabeza, logramos entrar a mi hogar e intentamos cerrar la puerta. Los ladrones quisieron entrar a mi casa empujando la puerta, pero al gritar que iba a llamar a la policía, se fueron. De inmediato llamé al 911 y me dijeron que iban a mandar un móvil, el cual nunca llegó. Pasados 20 minutos volví a llamar, recibiendo otra vez la misma respuesta e inacción por parte de ellos. Pasaron 10 minutos, una de mis amigas volvió a llamar y esta vez le dijeron que le mandarían personal de la comisaría 1ª. Dicho personal jamás llegó. La inseguridad se hace cada vez mas latente mientras que la policía se vuelve cada vez más inoperante”.
En los primeros días de octubre, el Ministerio de Gobierno, Justicia y Seguridad informó que incorporarían de 80 nuevos patrulleros y 50 camionetas reforzarían la flota de vehículos de la Policía. El secretario de Seguridad dijo que los móviles policiales equipados con cámaras de seguridad también reforzarían los controles que realiza el sistema de emergencias 911.
Los sábados, domingos y feriados la vigilancia policial suele ser escasa en una buena parte de Barrio Sur, durante la siesta, tarde y noche.
El gobernador y la plana policial han elogiado la labor del 911. Sin embargo, denuncias de vecinos que han solicitado el servicio y no han obtenido una respuesta concreta, contribuyen a generar desconfianza, y posiblemente la próxima vez que se hallen en aprietos no recurrirán a este, al igual que sucede con las denuncias en las comisarías. La queja es que una vez hecha, pocas veces se resuelve el caso y casi nunca se recuperan los objetos robados. Por ejemplo, de los latrocinios en los edificios de las calles Buenos Aires y Rondeau no se conocen novedades. Ante una realidad que no tregua a los vecinos, la autoridad debería preguntarse en qué está fallando o qué es lo que no está haciendo o convocar a universidades e instituciones civiles y barriales para que aporten ideas que desemboquen en un plan de seguridad integral.