MÉXICO, Distrito Federal.- La fiscalía federal de México dijo que tres nuevos detenidos confesaron haber asesinado a un grupo de personas que podrían ser los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre, un caso que ha cimbrado al Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
El fiscal Jesús Murillo mostró testimonios de los detenidos que dijeron que algunas de las personas murieron asfixiadas y sus restos fueron arrojados a un basurero y quemados. La gran hoguera duró desde la madrugada del 27 de septiembre hasta la tarde de ese día.
"Las confesiones que hemos recabado, aunadas con el resto de las investigaciones realizadas, apuntan muy lamentablemente al homicidio de un amplio número de personas en la zona de Cocula", dijo Murillo refiriéndose al municipio vecino a Iguala.
Parte de los restos fueron triturados y arrojados a un río, según los testimonios de los detenidos.
Peritos que forman parte del equipo de investigación lograron rescatar en el basural una gran cantidad de pequeños fragmentos de huesos y dientes, según mostró Murillo durante una rueda de prensa. Pero las piezas dentales no sirven para identificación porque se convierten en polvo apenas se tocan debido al grado de calcinación que presentan, aclaró.
Sin embargo, el fiscal dijo que los 43 estudiantes siguen siendo considerados desaparecidos hasta contar con los resultados de estas pruebas.
Los restos fueron hallados en el basurero de Cocula, un municipio vecino a Iguala, en el sureño estado de Guerrero, donde los jóvenes fueron detenidos por policías y entregados a sicarios de un grupo del crimen organizado llamado Guerreros Unidos.