FERGUSON, Estados Unidos.- Los disturbios volvieron a estallar en las calles de la pequeña ciudad estadounidense de Ferguson, Missouri, luego de que se diera a conocer anoche que un policía blanco no será imputado por haber matado a un adolescente negro desarmado.
Los manifestantes lanzaron botellas y ladrillos contra vehículos policiales, como informaron las cadenas televisivas CNN y MSNBC. Además, varios escaparates de tiendas fueron destruidos. Según la CNN, la policía utiliza gas lacrimógeno para contener a los manifestantes. MSNBC también habló de bombas de humo. Las imágenes televisivas mostraban diferentes fuegos en la ciudad y los reporteros informaron de disparos de armas de fuego.
La decisión de no imputar al policía fue tomada por un gran jurado y dada a conocer por la Fiscalía del Estado. Los tres jurados negros y nueve blancos consideraron que no había indicios suficientes para imputar al agente Darren Wilson.
El jurado debatió el caso durante tres meses. Revisaron cada prueba y analizaron al detalle cada testimonio, aseguró el fiscal del Estado Robert McCulloch.
Wilson disparó al joven Michael Brown causándole la muerte el 9 de agosto después de un altercado. La muerte del joven de 18 años desató graves disturbios en la ciudad de 20.000 habitantes. Los manifestantes reclamaban una investigación judicial amplia. El policía alegó defensa propia.
Tras darse a conocer la decisión del jurado, estallaron nuevos disturbios en este suburbio de St. Louis. El gobernador de Missouri, Jay Nixon, ya había declarado el estado de excepción la semana pasada y movilizado a la guardia nacional.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió la decisión del gran jurado. "Somos una nación que se basa en el principio del estado constitucional", dijo anoche en Washington. Y fue tarea del jurado decidir sobre ese caso, añadió.
Al mismo tiempo, Obama llamó a no reaccionar con protestas violentas. "No hay ninguna disculpa para la violencia", dijo e instó a la policía a acompañar las protestas pacíficas con precaución y contención.
El presidente añadió que toda la situación es además un ejemplo de los desafíos a los que se enfrenta Estados Unidos. Aún existe profunda desconfianza entre los negros y la policía, sostuvo. "Sigue habiendo problemas y las comunidades negras no se están inventando eso", admitió.
La familia del joven negro se mostró muy crítica con la decisión del jurado de no imputar al agente. "Estamos profundamente decepcionados por el hecho de que el asesino de nuestro hijo no tenga que responder por las consecuencias de sus actos", comunicaron los padres a través de su abogado.
Los padres del joven reiteraron además su reclamo de que en el futuro la policía en Estados Unidos lleve una cámara adherida a sus cuerpos, informó la agencia DPA.