Un escenario electoral indefinido, una oposición fragmentada, candidatos que no se diferencian demasiado entre sí y un electorado difícil de captar. Así caracterizó a LA GACETA el analista político Manuel Mora y Araujo al proceso preelectoral del país que empezará en agosto de 2015 con la celebración de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Organizado por la Fundación Federalismo y Libertad, el sociólogo disertó el viernes en un almuerzo en el Jockey Club del que participaron empresarios y dirigentes oficialistas y opositores.
“Los interrogantes del escenario político ¿Qué pasará en el 2015?” fue el tema que abordó el reconocido consultor político.
- ¿Cómo ve el escenario electoral?
- Lo veo indefinido, incierto.
- ¿Cree que esa tendencia se va a mantener?
- Pinta que se puede mantener, no se sabe. Algo se puede disparar. Pienso que nos encontramos en un equilibrio inestable.
- ¿Piensa que la proliferación de candidatos tiene que ver con esta indefinición?
-Sí, claro. Son aspectos salientes de ese fenómeno. Hay una indefinición de la gente y también hay una indefinición de la política.
- ¿Qué puede ocurrir, entonces, para que la gente se vuelque por uno u otro candidato?
- Puede pasar como pasaba en el año 2003, donde hasta último momento no se daban definiciones. Y puede pasar que de repente se disparen uno o dos candidatos y polaricen. Pero no se sabe.
- ¿Puede tener esto que ver que los candidatos no están diferenciados entre sí?
- Por supuesto que tiene algo que ver. Y también tiene que ver con el fenómeno de las PASO, que es un invento nuevo. Es como si todo el proceso electoral se paralizara hasta el momento de las PASO.
- ¿Cuánto tiempo antes de una elección se define la gente?
- Es muy variado, puede ser seis meses antes o cuatro meses antes. O se puede definir 20 días antes, como pasó en 2003.
- ¿Ve un posible escenario de balotaje?
- Yo creo que es casi seguro. Me parece difícil que alguien gane en primera vuelta de acuerdo a cómo están las cosas hoy.
- ¿Cómo analiza a la oposición?
-La veo fragmentada. Además, no hay un votante opositor, hay distintos tipos de votantes. Entonces, todo depende de cómo los candidatos logren instalar sus mensajes y su posicionamiento. Hay una idea de que cualquiera que sea el opositor, sea (Mauricio) Macri o sea (Sergio) Massa, polariza el voto y se lleva muchos votantes que no quieren ser opositores ni tampoco quieren ser oficialistas. Es un electorado difícil de capturar.
- ¿Y qué es lo que le reclaman mayoritariamente los votantes a los candidatos?
- Generalmente, lo que la gente pide es que no haya conflicto. Piden que, ante todo, haya paz. Eso es importante.