La encontraron escondida en el medio de un cañaveral ubicado a la vera de la avenida Juan Domingo Perón, en Alderetes. La Policía la estaba buscando desde el jueves, luego de que su ex pareja la secuestrara para obligarla a entregarle a su hija. Pero el lunes, según explicaron fuentes tribunalicias, la víctima logró escapar de la casa en la que el padre de su hija la mantenía presa. En su huida esta joven, que tiene 25 años, se cruzó con una vecina de su barrio a la que le pidió que les diera su número de teléfono a los uniformados para que pudiera indicarles cómo llegar al lugar en donde estaba refugiándose. Siguiendo sus indicaciones, los policías lograron encontrarla. Su cara, según dijeron, estaba marcada por los golpes y las heridas que le provocó su ex pareja, que está siendo buscado por la Policía.
La Fiscalía de Instrucción de la VIII° Nominación, que está a cargo de la causa, ya solicitó la detención del agresor. De acuerdo con las fuentes consultadas por este diario, la víctima estuvo recluida por su ex pareja en una casa situada en una zona conocida como Cañada de Alzogaray, en Burruyacu, que sería propiedad de la familia del prófugo.
La madre de la víctima fue quien denunció la desaparición y, según afirmó, las agresiones que sufría la joven son de larga data. Incluso ella había decidido separarse del agresor y hace un año vivía en la casa de la madre junto con su hija, que tiene tres años. Según consta en la denuncia, los problemas con su ex pareja continuaron porque el sujeto quería quedarse con la tenencia de la menor. Esto provocó la intervención de la Justicia, que ordenó la restricción domiciliaria para el prófugo y dispuso que una consigna policial custodie la casa de la víctima.
Esa guardia se mantuvo hasta el jueves y, ni bien tuvo una oportunidad, el agresor secuestró a la madre de su hija para mantenerla retenida en Burruyacu.
En la investigación judicial también se indica que el agresor, mientras mantenía cautiva a su ex pareja, le envió mensajes por el celular a varios de los familiares de la víctima amenazándolos y diciéndoles que la iba a ahorcar si no le entregaban a su hija.
Ante esta preocupante situación fue que se ordenó la búsqueda de la mujer pero, siempre según las fuentes de la investigación, cuando los policías llegaron a la casa en Burruyacu, la víctima ya había logrado escapar.
Este secuestro extorsivo continuará siendo investigado por la fiscala Adriana Giannoni, que está a cargo de la Fiscalía VIII°, aunque también tomó intervención la Defensoría de Menores, que será responsable de determinar quién tendrá la tutela de la niña.
Hasta anoche el agresor permanecía prófugo. Por otra parte, la fiscala ordenó que se vuelva a poner una consigna policial para resguardar a la víctima y a su familia.