La inédita experiencia que vivirán Autos y Camiones hoy, camino al desierto de Uyuni, abre tantos interrogantes como preocupación. Por un lado, la primera etapa maratón del desafío tendrá un larguísimo enlace para los vehículos más livianos y otro más corto para los pesados. Por caminos separados, tendrán una subida progresiva a más de 3 500 metros sobre el nivel del mar. Para todos, seguir a rajatabla los libros de ruta y cuidar los neumáticos será tan importante como comprender que, al final del día, una vez en Uyuni, no sólo habrán hecho apenas el trayecto de ida de la etapa, sino que, en caso de necesitar arreglos las máquinas, cada tripulación tendrá que hacerlos sola. Si la historia venía cuesta arriba, si los cuerpos y las mentes estaban al límite, qué decir de lo de hoy...