Mercedes Yolanda Lucena desde hace tiempo soñaba con conocer el sur del país. Y Francisca Inés Ponce siempre deseó poder mejorar su casa. Por suerte, ahora que ganaron el premio de los Números de Oro, estas dos lectoras afortunadas podrán concretar este anhelo.
Mercedes, de 61 años, y Francisca, de 65, se repartieron el pozo acumulado de $ 70.000 del entretenimiento de LA GACETA. Cada uno cobró ayer los $ 35.000 que les corresponde. Con el cheque en la mano, estas dos vecinas de Alderetes comenzaron a enumeraron los proyectos que tienen en mente.
“No lo podía creer”
Mercedes es ama de casa. Tiene dos hijos y dos nietos. Para ella, el 2015 comenzó de la mejor manera. “Soy una enamorada de Los Números de Oro. Varias veces estuve a punto de ganar. Pero esta vez tuve un fuerte presentimiento. El martes, me falta un solo número, el 52. El jueves muy temprano empecé a controlar. Cuando vi que había completado todo no podía creer. Revisé una y otra vez. Estaba muy emocionada. Mi esposo me decía que me tranquilizara, pero era imposible”, relata.
“Siempre veraneamos en Mar del Plata. Sin embargo, nuestro sueño es conocer el sur del país. El premio nos llegó justo para planificar nuestras vacaciones, que serán en febrero”, anticipó Mercedes, que retiró su cheque acompañada por sus dos nietos, Valentino y Mateo.
“La mejor noticia”
A Francisca se le empañan los ojos cuando habla del momento en que se enteró que había ganado el premio de LA GACETA. “Mi hijo menor, Daniel, se fue hace pocos días a Bolivia porque no conseguía trabajo y necesitábamos plata. Haber ganado fue un gran regalo, una gran alegría, la mejor noticia que recibí en muchos días”, comienza a contar.
“Tenía mucha fe que podía ganar. El martes me faltaba un solo número, el 66. No se lo dije a nadie. El jueves le pedí a mi hija si me podía buscar los números que habían salido. Cuando vi que estaba el 66 di un grito de alegría impresionante. Estoy muy, muy agradecida con LA GACETA”, confiesa. “Lo hablé a Daniel a Bolivia y le conté. Se puso muy feliz”, detalla.
Francisca es ama de casa y está casada. En su vivienda conviven con ella el esposo, una de sus hijas, Olga, y su familia. “La casa necesita muchos arreglos, así que vamos a empezar a gastar el dinero en eso. También me gustaría guardar algo de plata por las dudas uno se enferme o necesite por una emergencia. Mi marido tiene 72 años y es jubilado. Tenemos muchas necesidades”, comentó la afortunada, que estuvo acompañada por su hija, su yerno, José, y dos de sus nietas, Selena y Sol.