El ex empleado de la fiscalía de Alberto Nisman que le prestó el arma que finalmente le causó la muerte declaró en la causa que su jefe se la pidió "por seguridad de las chicas", en alusión a sus hijas, y que la confesó que no confiaba en la custodia policial.
Diego Lagomarsino, el empleado en cuestión, declaró sólo una vez ante la fiscal Viviana Fein, ante quien relató que Nisman temía que circulando por la calle alguien lo identificara, le gritara "traidor" y lo agrediera "con un palo", estando acompañado por sus dos hijas.
Según la testimonial, Lagomarsino lo interrogó sobre por qué no le pedía un arma a la custodia, a lo que Nisman respondió que no les tenía confianza, pero no hizo mención al ex agente de inteligencia Antonio Stiusso.
"¿Vos sabés lo que es que tus hijas no quieran estar con vos porque tienen miedo?", dijo Lagomarsino que le preguntó, en tono de angustia, Nisman en aquella conversación personal que tuvo lugar en el departamento del difunto fiscal el sábado en torno a las 17.30.
Lagomarsino dijo que lo había ido a visitar, que lo vio trabajando con papeles que suposo vinculados con la denuncia por encubrimiento que involucraba a la presidenta Cristina Fernández, observó el detalle de los resaltadores amarillos y describió que de pronto Nisman le preguntó: "¿Vos tenés un arma?".
Lagomarsino recordó que tenía una en su casa, y Nisman se la pidió, por lo que el empleado se retiró del edificio y volvió aproximadamente a las 20.30 con la pistola calibre 22 desarmada en tres partes guardada en su mochila.
Nisman preveía guardar el arma en la guantera del automóvil en el que se desplazaba, según relató Lagomarsino que le indicó el difunto fiscal.