Los clásicos, sobre todo el tucumano, admiten una sola lectura: es ganar o ganar. Ahora bien, el mundo no se agota en la revancha del 8 de febrero: hay un torneo que espera después, y en el que Atlético no puede fallar. La disyuntiva, entonces, está planteada: ¿apostarle todas las fichas al mejor 11 posible o usar los clásicos como último banco de pruebas antes del inicio del torneo?
“Siempre se quiere ganar, más tratándose de clásicos. Todavía estamos en pretemporada, y todos los partidos desde acá hasta que empiece el campeonato nos van a servir para evaluar rendimientos”, sostiene Juan Manuel Azconzábal, anotándose en una postura intermedia y lo más abarcativa posible.
“Faltan más de 15 días para el comienzo del campeonato. Nosotros buscamos llegar de la mejor manera, y la competencia que nos dan los amistosos nos vienen bien. Pero no hemos modificado el trabajo, porque seguimos en pretemporada. Lo que está claro es que el óptimo rendimiento de los equipos se ve recién en los torneos, y para eso se necesita trabajar duro en la pretemporada”, entiende el técnico, que todavía no confirmó el equipo para enfrentar el domingo al “santo”.
Al igual que su archirrival, Atlético ve en estos dos clásicos la oportunidad de firmar un pacto de reconciliación con sus hinchas, luego del objetivo incumplido el año pasado. Al menos, así lo entiende Guillermo Acosta. “Es una oportunidad muy grande. Necesitamos ganar para que la gente vuelva a creer en nosotros y empezar el torneo con confianza. Nos espera un campeonato largo y difícil, Ojalá que la gente esté a la par nuestra. A partir de este domingo podemos empezar a soñar de vuelta”, resume “Bebé”.
El “Vasco” no tiene dudas de que así será: “el hincha es incondicional. Siempre va a estar. Si el equipo juega bien y gana, va a estar más contento. Pero sea como sea, el hincha va a estar”.