Lo que para muchos puede significar un dolor de cabeza, para Leandro González es otro paso adelante en su historial de enfrentamientos contra archienemigos. El delantero es un hombre de clásicos, de choques que dividen provincias o ciudades, caso Colón-Unión o Racing-Independiente. Ahora le llega el turno de debutar en la guerra por excelencia del norte argentino: el clásico tucumano.
El tipo se toma con calma la previa porque entiende que todo lo que sucede antes de que la pelota comience a rodar es parte del show. “Creo que este es el séptimo que juego. En todos los clubes tuve la suerte de participar, así que sé lo que se vive en las semanas previas, en los días previos, con la gente; lo que es la ciudad, la provincia que se paraliza. Nosotros estamos en la parte final de la pretemporada y estos partidos nos vienen bien para ponernos a puntos de lo que va a ser el torneo”, lo dice un González tan calmo como quien está meditando en otra dimensión.
Que esté en paz no significa no estar al tanto de lo que pasó antes. Recién llega, hace menos tres semanas, pero asume que cuando se es “Decano”, la herencia, sea positiva o negativa, forma parte de uno. “El dolor siempre va a estar porque estuvimos en la puerta de lo que fue el ascenso, muy cerca. Y el dolor va a seguir hasta que nosotros desde adentro de la cancha contagiemos de nuevo a la gente y le podamos aportar esa seguridad de un equipo sólido y ganador, para que las cosas vayan cambiando”, sostiene el punta mirando a lo que será el duelo de hoy, a las 18.30, con San Martín, en el Monumental.
“El año pasado por una desgracia no se pudo lograr el ascenso, pero este año tenemos que estar mentalizados en eso, en tratar de estar en los primeros cuatro lugares para pelear por un lugar para llevar a Atlético a Primera”, ejecuta en palabras lo que es el gran objetivo del año del plantel.
Tampoco se olvida del hincha e insiste. “Obviamente que va a estar molesto porque no se ascendió en un torneo donde subían cinco. Pero hay que dar vuelta la hoja porque no hay tiempo para lamentos ni para relajarse”, le pide una mano al simpatizante el ex Estudiantes, cuya decisión de dejar un club de Primera (Defensa y Justicia) por uno de la B Nacional fue por quien estaba al mando del equipo. “Por ahí el año pasado no me tocó tener tanta continuidad en el sprint final del torneo, pero bueno, el llamado del ‘Vasco’ (Azconzábal) sumado a lo que es Atlético en la categoría, por lo que vemos desde afuera, me hicieron decidirme por venir”.
González tiene una cuenta pendiente en los clásicos que jugó. No estuvo derecho en la red, aunque sí lo haya estado en los resultados. Contra San Martín buscará torcer esa estadística. “Tengo saldo a favor en mis clásicos anteriores: en Racing-Independiente, Colón-Unión, San Martín (SJ)-Independiente (M); también Olimpo-Villa Mitre. Pero en el que mejor me fue es en Estudiantes enfrentando a Gimnasia (LP). De cinco, perdí uno y gané el resto. Ojalá pueda debutar bien en este clásico tucumano que tiene tanta pasión”, se ilusiona quien se moverá varios metros detrás de su posición natural, como volante por izquierda con función de “falso delantero”. “El que llega por sorpresa y el que trata de juntarse con los otros dos puntas también (para lastimar)”, explica.