El cómo perdió San Martín cobró protagonismo y atrás quedó el 1-0 con el que Atlético lo superó. Los suplentes juveniles del “Santo” bancaron la parada y eso, más allá del resultado, quedó a la vista de todos en el Monumental.
La palabra más autorizada para analizar el clásico que hicieron los de La Ciudadela es sin duda la de Ariel Martos, ayudante de campo de Darío Tempesta y ex DT en la Liga de los chicos que debutaron en la primera ante el “Decano”. “Coincido con la opinión de la mayoría que vio el partido: los chicos anduvieron bien y lo único negativo fue el resultado”, señaló, comprometido en la causa. “Obviamente hubo aspectos que a los pibes les costó desarrollar y desenvolver”, dice y enumera la falta de experiencia en Primera y el contexto: un clásico de visitante contra un rival que le saca días y días de trabajo. “Es por eso que los primeros minutos con la pelota costaron. Pero a medida que se soltaron cumplieron y la diferencia que hubo fue más que nada física, propia de la preparación que ellos llevan porque están finalizando la pretemporada y afinando detalles cuando nosotros aún no hicimos trabajos de fuerza, velocidad, potencia... Nada”, explicó.
Con ojos de especialista, Martos asegura que sus conocidos cumplieron las expectativas con creces. “La verdad que dieron más de lo que esperábamos”, dice segurísimo. ¿Podrían haber dado más? “Yo no esperaba que ellos desarrollaran todo su potencial. Es imposible pedirles eso porque no hicimos aún el trabajo de base, ni los específicos. Simplemente se preparó un partido en muy poco tiempo y, teniendo en cuenta lo que se les pidió, cumplieron casi a la perfección”, suelta conforme y aclara: “luego de la pretemporada y los trabajos los chicos podrán dar más y el techo será más alto, seguro”.
Por muy poco
Una pelota parada, la que terminó inclinando la balanza para el dueño de casa, es también el detalle a atender para Martos: “es consecuencia de la falta de respuesta física porque sin ese trabajo de base llegás a los últimos 20 minutos con lo justo. Entonces te sacan un metro o te ganan la espalda, y te meten un gol como el que nos hicieron”.
El ayudante de campo aclara que la diferencia en la contextura física también pudo influir en la derrota cerca de los 90’ (sobre todo de los chicos que ingresaron en el complemento). “Son falencias que en algún momento tuvimos en el club y que de a poco se van corrigiendo. Desde el año pasado se empezó a hacer un trabajo de musculación con los chicos para que cuando lleguen a Primera no lo hagan con ese problema. Y ahora mismo, con los que necesiten, se lo seguirá haciendo. La diferencia que hubo fue real pero esperamos que con el trabajo de aquí a seis meses o un año no sea tanta”, cuenta ya con la cabeza puesta en los objetivos a larga distancia.
Es por el análisis de Martos que se entienden los buenos ánimos en el equipo en la práctica de ayer. La lógica anticipaba que se podía perder y sólo el haber estado a minutos de un empate puede avivar la bronca. Pero, todo queda ahí. “El animo general es de un conformismo pleno porque se hicieron las cosas bien. Es el óptimo para arrancar la pretemporada que nos llevará al torneo con ganas”, asegura Martos, destacando las prioridades y confiando en lo que viene.