KIEV.- El alto el fuego acordado la semana pasada en Ucrania se vio empañado por nuevos combates entre el Ejército nacional y los separatistas prorrusos. Ambas partes sostienen que no retirarán el armamento pesado hasta que la tregua se implemente por completo. Ese anehlo parece lejano. “La situación es frágil”, reconoció la canciller alemana Angela Merkel, una de las promotoras de la paz en la región.
Al menos cinco soldados murieron y 25 resultaron heridos en las últimas 24 horas en el este ucraniano. El Gobierno de Kiev y los rebeldes se echan la culpa mutuamente. En Debaltsevo hay 8.000 soldados ucranianos rodeados por los separatistas. Allí los disparos no cesan.
Mientras tanto, entraron en vigor las sanciones dispuestas por la Unión Europea (UE) contra Rusia. El viceministro primero de Defensa, Arkadi Bajin, y otros militares de alto rango no podrán entrar en territorio de la UE. A Bajin se le acusa de estar implicado en el envío ilegal de fuerzas de combate rusas para pertrechar a los rebeldes y de crear políticas que amenazan la integridad, soberanía e independencia de Ucrania.