Roberto Luis Gómez “sabe y conoce perfectamente qué ocurrió con Paulina (Lebbos), su silencio demuestra que este junto a otras personas fue quien sesgó la vida de la víctima; ello explica su silencio”, aseguró el fiscal de Instrucción Diego López Ávila, en el requerimiento de elevación a juicio de la causa Lebbos. La principal prueba en contra del empleado de la comuna de San Andrés, es que el chip de su línea telefónica fue introducido en el aparato celular de Paulina a tres horas de su desaparición. Pero esta no sería la única prueba, y el fiscal no lo consideraría un “perejil”.
La imputación de López Ávila señala que Gómez, “junto a otros sujetos aún no identificados por la investigación procedieron a retener contra su voluntad a Paulina Alejandra Lebbos trasladándola hacia el radio de cobertura o perímetro circundante de aproximadamente dos km a la redonda de avenida Independencia al 1200, continuando hacia Larrea al 400 de esta ciudad y posteriormente hacia el km 1.288 de ruta nacional 9 ... uno de ustedes procedió a efectuar maniobras de compresión y estrangulamiento sobre el cuello de la víctima, circunstancia que provocaron su muerte por asfixia”. En la acusación que consta en el requerimiento se agrega que una de esas personas arrojó luego el cuerpo de Paulina a la vera de la ruta 341, en Tapia.
La investigación de López Ávila determinó que a las 10.20 se hizo una consulta de saldo desde el número de Paulina. A los pocos minutos se insertó otro chip que estaba a nombre de Maximiliano Gallardo, de quien se determinó que le habían trucado sus datos al habilitar la línea. Luego se insertó otro chip a nombre de una persona inexistente, pero que los que se contactaron con ese número dijeron en la Fiscalía que pertenecía al acusado.
“Gómez no sólo se relaciona a la causa por resultar el usuario del segundo chip inserto en el aparato de Paulina, sino por mantener comunicaciones con el primer chip inserto en el aparato de la víctima. ¿Por qué guarda silencio Gómez al respecto?, ¿por qué no explica quién era su usuario?, ¿por qué no aclara cómo llegó a sus manos el celular de la víctima el mismo día que desapareció, y porque se conecta con él, el domicilio de sus padres y su abuela el primer chip inserto?”, analizó el fiscal en el requerimiento.
El acusado se defendió, según López Ávila, con excusas vagas e imprecisas. Además, el fiscal especuló con que la actuación de Gómez en el caso Lebbos podría estar relacionada con su nombramiento desde 2007 en la comuna de San Andrés, donde no habría tenido funciones asignadas.