La alarma del detector de metales comenzó a sonar. Una mujer acababa de traspasar la puerta de los tribunales penales, y la policía le pidió que le mostrara lo que llevaba en su cartera. En la requisa, se descubrió que llevaba un revólver calibre 22 cargado con seis balas y la sospechosa fue aprehendida. Más tarde explicaría que su intención era entregar el arma en la fiscalía de Instrucción de la IV° Nominación, como le había adelantado a la Policía en una denuncia.
El incidente ocurrió alrededor de las 10, cuando se detectó la presencia del arma en la cartera de una mujer de 62 años, quien vive en Villa 9 de Julio. El fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila, dispuso la inmediata aprehensión de la sospechosa, y a la tarde le tomó declaración.
Fuentes judiciales comentaron que la mujer aseguró que el miércoles había sido víctima de violencia de género, y que su pareja la había amenazado de muerte y le había apuntado con un revólver. Manifestó que logró hacerse del arma de su novio, y que la había escondido. Más tarde hizo la denuncia en la seccional 10ª, donde había dejado constancia de que iba a entregar el revólver en tribunales el viernes a la mañana.
Navarro Dávila pidió a la fiscalía de Instrucción de la IV° Nominación (que estuvo de turno hasta el jueves) que le informe de la existencia de la denuncia a la que había referencia la mujer. Efectivamente, dijeron fuentes judiciales, estaba la presentación en la que constaba la promesa de entregar el revólver ayer a la mañana. El fiscal, de todas maneras, decidió que la mujer sea revisado por médicos forenses, antes de resolver sobre su libertad. Además, se investigará su denuncia por violencia de género.
El detector de metales fue una de las medidas prometidas por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Gandur, luego de que el fuero penal declarara su emergencia en materia de seguridad, tras la muerte del prosecretario Manuel Uro, asesinado durante un allanamiento en octubre del 2013.