Que hayan transcurrido cuatro fechas del grupo 6 de la Copa Libertadores y River sólo tenga tres puntos es inverosímil. Lo es desde el punto de vista futbolístico en un partido como el de ayer en el que sólo le faltó puntería. Quizás viendo el nivel de su juego en los otros partidos no lo sea tanto pero la realidad indica que no tiene más ni menos que esas tres unidades y que su clasificación a los octavos de final es una quimera.
Por lo pronto basta decir que aún ganando los dos partidos que le restan, el equipo de Marcelo Gallardo no tiene asegurada la clasificación. Por eso, luego del impasse que sufrirá la acción del grupo hasta la segunda semana de abril, todas las miradas se posarán sobre el partido entre San José y Juan Aurich, verdugo del “millonario”, que se jugará en Oruro.
Allí, donde River perdió y Tigres ganó, podrían decidirse sus chances. Si los peruanos derrotan a los bolivianos ese martes 7 de abril (el partido comenzará a las 21.15), el “millonario” podría arrancar su partido ante Tigres en México, un día después, cinco puntos abajo de Aurich con seis por disputar.
De más está decir que si empata, con Juan Aurich habiendo ganado, quedará eliminado matemáticamente. O sea, estará obligado a ganar en la casa de uno de los candidatos a ganar la Copa.
Si San José es el ganador, pasaría a ocupar el segundo puesto del grupo, compartido con River si es que gana en México. Varias de las hipótesis incluyen esa variable: que River gane de visitante. Hasta el empate con Tigres puede ser letal para los de Núñez.
En ese caso, con River y San José empatados, todo se definiría en la última fecha pero allí los de Gallardo tendrían ventaja: jugarían de local ante uno de los quipos más débiles y volvería a depender de sí mismo, aunque después de lo de ayer, confiarse es un pecado en todo sentido y ante cualquier rival. Con un triunfo, pasaría de ronda.
Ahora bien, si Aurich y el “millo” empatan, la última fecha habría que pasarla con un ojo en Perú, donde su rival recibirá a los mexicanos. Una victoria del primero, eliminaría a River. El empate, lo obligaría a ganarle a San José de Oruro por varios goles, una misión que tampoco es imposible pero solo si afina la puntería.
Pocos son los hinchas optimistas. No por las matemáticas sino por lo que dijimos al principio: cuatro partidos y ni una sola victoria.