Es cierto que hasta ahora ni el calor ni la humedad perdonaban. Pero un dato nos preanunció ayer que el otoño estaba a la puerta: a las 6.57, cuando muchos arrancaban la jornada, apenas amanecía. Entonces, a no descuidarse. El cambio de estación comienza muy otoñal, con días frescos y lluvias. Así serán los días: grises y húmedos hasta mediados de la semana que viene. “Se esperan tormentas y chaparrones todo el fin de semana y la temperatura va a descender bastante”, explicó Juan Minetti, meteorólogo, director del Laboratorio de Climatología Sudamericano. Las mínimas rondarán los 15° y las máximas no superarán los 23°. Habrá que abrigarse para evitar que el frío desencadene algún cuadro respiratorio.
“Hasta el miércoles va a estar nublado y fresco, después comenzará a levantar la temperatura pero a fin de mes volverá a llover”, pronosticó Minetti. El resto del otoño se caracterizará por noches templadas, poco frío y mucha humedad. “A mediados de abril aparecen dos períodos de lluvias más”, agregó el especialista. Para el domingo se espera una mínima de 17° y una máxima de 22° y un cielo parcialmente despejado. Lunes y martes nublado y con lluvias, está pronosticada una mínima de 16° y una máxima de 22°. Un arranque bien otoñal.
El año pasado a esta altura ya la temperatura había descendido bastante, los días previos al otoño las térmicas fueron de 19 °.
Ojo con el frío
No hace falta que la temperatura descienda 20 grados. El cambio brusco de calor ya frío puede ser peligroso para la salud, especialmente, para los bebés, niños, ancianos y personas inmunodeprimidas. gripe, catarros, bronquitis, faringitis y otras enfermedades más graves como la neumonía son las patologías más frecuentes en esta etapa del año.
La culpa no es del frío, sino de lo que sucede en nuestro cuerpo. “Los cilios (pequeñas vellocidades) y las mucosas nasales, el sistema de defensa natural que tenemos en la nariz, pierden movilidad con el frío, lo que impide que controlen el paso de microorganismos que por tanto penetran más profundamente en el organismo. Tampoco pueden calentar el aire para que llegue a los pulmones a la temperatura adecuada”, explica el portal bebésymás.com. Los niños y adultos son los más vulnerables, por eso hay que estar atentos y cuidarlos.