A las cuatro de la tarde, un colectivo estacionó ayer frente a la Casa de la Cultura, a media cuadra de la plaza principal de la capital de Salta. De su bodega comenzaron a bajar los títeres con figuras de paracaidistas de la murga uruguaya “La trasnochada”, que al filo de la medianoche tenía previsto terminar su presentación en la primera jornada de la Fiesta Nacional de Teatro, que durará hasta el 29.
La actividad era febril en esa oficina, donde se concentra la parte administrativa, con acreditaciones de elencos, periodistas e invitados, muestras plásticas y un incesante ir y venir de gente, con Cristina Idiarte a la cabeza.
Ironías del destino, Idiarte, la representante del Instituto Nacional del Teatro (INT) en Salta, no estará mañana en la apertura formal del festival, ni compartirá el escenario con las autoridades locales ni los visitantes. En un país federal, que reinvindica este encuentro anual llevándolo a todas las provincias, el INT hizo coincidir la fecha de una reunión de su consejo de dirección con funcionarios del Ministerio de Cultura de la Nación (del cual dependen) con la fiesta. Conclusión: Idiarte se la pierde, y volverá a su provincia el martes. El interior suele sentirse incomprendido cuando pasan estas cosas.
Salta no estaba en los planes de este año para hacer el encuentro. Por el contrario, el turno de ser anfitrión le tocaba a La Pampa, pero desistió por problemas económicos y burocráticos. Contra reloj, en pocos meses, la posta volvió a la provincia que ya organizó en 2000 la reunión que nuclea a la mayor cantidad de teatristas argentinos. Para concretarla, el juego se abrió a la decena de grupos y elencos que trabajan en la provincia, no sólo a la ganadora de la selección realizada el año pasado. De este modo, todos quedaron comprometidos de algún modo, lo que implica además que irán con sus obras a pueblos del interior a los que nunca llegaron.
El clima teatral va tomando forma en Salta, siempre dispuesta a sumarse a las propuestas artísticas que se presentan. En un fin de semana largo, el atractivo de tener una agenda con cuarenta obras en cartel es especial. Todos están invitados, pero Idiarte, la que lo organiza, lo verá desde lejos por unos días.