Manojo de Calles, el grupo tucumano creado hace más de 20 años por Verónica Pérez Luna, desarrolla desde el lunes su forma de trabajo en un taller especial en la 30° Fiesta Nacional del Teatro, que se realiza en Salta con fuerte presencia de representantes de nuestra provincia. Una particularidad es que ninguna de sus producciones participó alguna vez en uno de los encuentros anuales, aunque su labor es destacada especialmente en esta oportunidad.
Tres integrantes del grupo están en tierras salteñas: Verónica Pérez Luna, su hermana Sandra y César Romero. “No somos exitistas, creemos que esta invitación es consecuencia del gran laburo de Manojo de Calles en estas dos décadas, en los que creó un modelo de trabajo colectivo que comenzó siendo seis horas de ensayo diarias, de lunes a domingo, inspirados en la disciplina de Eugenio Barba, y que hunde sus raíces en lo ritual y lo social”, explicó Verónica.
Su fructífera trayectoria quedó plasmada en un libro que también fue presentado en la fiesta como aporte a la conceptualización de lo hecho, desde una posición de rechazo de los personalismos y de despliegue de lo colaborativo grupal. “Es un reconocimiento a Manojo, que nunca llegó a un nacional con una de sus obras tal vez porque realmente son trabajos difíciles de digerir de modo rápido, siempre exigen un tiempo... Está buena esta invitación y la hemos tomado con mucho entusiasmo y con la alegría de ir en equipo, como es nuestra forma de expresarnos”, agregó.
“Con César hemos trabajado muchos años y aunque últimamente tenemos caminos separados, también nos conectamos a través de nuestros proyectos, en los que nos identificamos. Nos distingue un trabajo fuertemente físico y de una corporalidad llevada a sus límites; cuerpo y voz, como un todo con lo interno”, precisó. Los canales creados permiten augurar una nueva experiencia en común, en poco tiempo.
Teatralidad animal
Otros dos elencos que dictarán talleres son el grupo de teatro de títeres de gran escala La Faranda y el mendocino Cajamarca. Pérez Luna consideró: “hay vinculación en que los tres somos grupos del interior reconocidos por su pares. Cada uno en su provincia ha sido capaz de resistir haciendo un teatro de mucha identidad y que no busca copiar los cánones vigentes ni ubicarse en lugares comunes. Es un signo político significativo que nos hayan convocado, ya que lo habitual para el interior es mirarse en los modelos hegemónicos del teatro porteño”. En ese sentido, destacó la decisión de invitarlos de Cristina Idiarte, representante del Instituto Nacional de Teatro en Salta, y agradeció a Beatriz Lábatte y a Rodolfo Pacheco.
“Nuestra teatralidad es animal: la fiesta, la comida y la bebida, los cuerpos desnudos, voluptuosos y abiertos, la belleza violenta o dulce al punto del esplendor, del contagio, de la sacudida, de la dificultad de la mirada, de los obstáculos del sentido, con un realismo sensorial al punto del espasmo, un cambio de estados abrupto en los cuerpos”, describió.
CAMBIO DE COSTUMBRES.- Los actos oficiales programados el lunes por el Gobierno salteño por el Día de la Memoria en el flamante Parque del Bicentenario (zona norte de la capital), con la participación al cierre de la murga uruguaya Agarrate Catalina, no restó público a la Fiesta Nacional de Teatro. Por el contrario, las salas siguieron llenas y el hecho de que las entradas se agotaran para prácticamente todas las funciones obligó a los interesados a cambiar sus hábitos: ya no van a las boleterías sobre la hora a comprar localidades, sino que lo hacen anticipadamente.
FUERA DEL ESCENARIO.- Entre los tucumanos que se acercaron a Salta para disfrutar del festival teatral hubo algunos no tuvieron la responsabilidad de mostrar obras ni dictar talleres. Entre el público se vio a Carolina Romero y a Beatriz Lábatte, reciente ganadora del concurso en la zona NOA para ser jurado de calificación de proyectos en el Instituto Nacional del Teatro (organizador de la fiesta) para el período 2015/2016.
SIN PROGRAMADORES.- A diferencia de lo sucedido años atrás, en esta edición de la fiesta no se notó la presencia de programadores de festivales nacionales e internacionales. De esta forma, se pierde una importante vidriera para obras que interesen a los especialistas y también de recibir invitaciones para determinados encuentros, por fuera del INT. Es un espacio que hace falta recuperar.
PRESENCIA FEMENINA.- Se está confirmando una tendencia estética y artística: la mujer copa la escena en Salta, en calidad y en cantidad. El mayor número de espectáculos está protagonizado por actrices, y en algún caso con la exclusión absoluta de varones, como los unipersonales “El rastro” e “Irma”, “Niebla” (danza teatro), “Petra” y la tucumana “El tiempo de las mandarinas”.
LA OBRA DE BRIE, POR DOS.- Las expectativas generadas por una de las dos obras extranjeras que participaron del festival, “Fui”, del argentino radicado en Italia César Brie, hacían prever una gran respuesta del público. Los hechos lo confirmaron: como se agotaron las cerca de 700 entradas de la función de ayer, se abrió otra para esta tarde, reservada a los acreditados que no consiguieron una localidad; quedó un remanente para la venta.
PANORAMA BIBLIOGRÁFICO RECORTADO.- En el stand de literatura sobre teatro que fue instalado en el hall de la Casa de la Cultura no solo se venden libros (con mucho éxito, por cierto). También se distribuyen gratuitamente diversas revistas, como “Picadero”, del INT; “La otra butaca”, de Entre Ríos; “Ver teatro en Misiones”; “Truenos y misterios” e “Inquieta” (de danza teatro y artes del movimiento), ambas de Rosario. Lamentablemente, es notoria la ausencia de propuestas del NOA, de Cuyo y del sur del país.