MIAMI.- Natación con delfines fue la actividad de Juan Martín del Potro antes de su retorno. De no mediar sorpresas, en el Masters 1.000 de Miami, el número 616 del mundo volverá a jugar tras dos meses de inactividad. Lo que no quiere decir que esté ya plenamente recuperado. Es solo un paso más en un camino que aventura ser “muy largo”.
Algo de dolor persiste y además de a la red y al rival, en cada entrenamiento y en el partido de hoy ante el canadiense Vasek Pospisil (comenzará no antes de las 16) también se enfrentará a una lesión que deja huella en la cabeza y en la confianza, tan importante para un tenista como el servicio o la volea. “Eso es muy difícil de curar por completo”, afirmó en el acuario de Miami, donde se dio un baño rápido con los delfines.
“Cuando me operé la muñeca derecha (en 2010), jugué como un año pensando en la mano, con miedo, con un poco de molestias también hasta que un día se me fue por completo y pude jugar libremente desde el punto de vista mental. Con la mano izquierda es un poco lo mismo”, contó el ex número cuatro del mundo.
Del Potro se sometió a una operación en la muñeca izquierda en 2014 y se perdió casi toda la temporada. Regresó a inicios de año en buen nivel, cuando alcanzó los cuartos de final en Sydney. Como las molestias siguieron, renunció al Abierto de Australia y volvió a someterse a una intervención.
No le preocupan de momento a Del Potro los números. “Me enfoco en saltar a la cancha y en poder jugar mi primer partido, no importa el resultado todavía, sí salir de la cancha plenamente de físico y eso va a ser una gran victoria para mí”, expuso. Del Potro sabe que debe practicar tanto la paciencia como el revés. “Sé que tengo un camino muy largo por recorrer. Cuando estaba N°4 en el ranking todo era más sencillo y los objetivos diferentes”, afirmó estoico, calificando como “cosas de atletas” las lesiones que le impidieron pelear con Novak Djokovic, Roger Federer, Rafael Nadal y Andy Murray, con los que estaba y aún está destinado a combatir.
Para disfrutar desde hoy lo que se presente deberá aprender a convivir con el dolor. “Hay algunos dolores que siempre tuve y lo aprendí a manejar. El tema de la mano es delicado, tengo muchas ganas de jugar al tenis por mucho tiempo y nunca son las cosas tan fáciles ni como uno desea, así que es cuestión de ser fuerte mental y físicamente y tratar de saltar cada piedra que aparece en el camino”, admitió el tandilense.
Del Potro destacó el hecho de sentirse un “local” en Miami, donde lo apoyará la numerosa hinchada argentina e hispana. “En cada entrenamiento me hacen sentir que se siguen acordando de mí, que me extrañaron mucho”, afirmó con satisfacción.
El regreso no es la meta, sino una etapa más para “seguir probando” la mano. “Me estoy sintiendo bien”, afirmó con una sonrisa, pero con la cautela que demanda su experiencia. (DPA)