Los nombres de los principales precandidatos para suceder al gobernador José Alperovich, después de 12 años de gestión, ya están en carrera. ¿Cuál es el escenario preelectoral, a cinco meses de los comicios provinciales? ¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de los aspirantes a conducir el Poder Ejecutivo (PE)? ¿Cómo se prevé sea el sprint final el 23 de agosto?
Con el objetivo de contestar estas y otras preguntas, la consultora Poliarquía realizó una encuesta entre el 3 y el 17 de marzo, por pedido del Acuerdo Cívico y Social (ACyS), espacio que conduce el diputado radical y aspirante a gobernador José Manuel Cano.
El estudio, coordinado por los especialistas Alejandro Catterberg y Fabián Perechodnik, contó con la opinión de más de 1.000 tucumanos, lo que permite un “error estadístico de +/- 3.15%, para un nivel de confianza del 95%”. Y, según explicaron los analistas políticos, los datos arrojados en lo electoral hacen pensar en un escenario de polarización, más allá de que -por ahora- hay tres nombres que pican en punta en esta carrera: el propio Cano, Juan Luis Manzur y Domingo Luis Amaya.
La mitad levanta el pulgar
Uno de los datos que permiten contextualizar el estudio se refiere al nivel de aprobación de la gestión de Alperovich: el 50% avaló la labor del contador, el 47% la desaprueba, y el 3% no sabe o no contesta. Catterberg, en diálogo con LA GACETA, explicó que si bien las posturas están repartidas en partes casi iguales, es importante realizar una comparación con los años anteriores. “Alperovich sigue teniendo fortalezas, pero si buscamos atrás encontramos que era un dirigente que ganaba elecciones con el 70% de los votos”, indicó el analista político.
Catterberg destacó que la encuesta plantea tres escenarios (ver recuadros inferiores). El primero, con las candidaturas individuales del vicegobernador Manzur, del intendente Amaya y del diputado Cano; el segundo, sólo con Manzur y Cano; y el tercero, con las posibles fórmulas Cano-Amaya y Manzur-Beatriz Rojkés de Alperovich.
Los especialistas de Poliarquía interpretan que, con el avance de la campaña, se espera que Manzur instale aún más su candidatura, y si lo logra, su intención de voto podría ir en aumento.
En cuanto a Cano, entienden que aparece como el dirigente más asociado a la oposición.
Respecto de Amaya, colocan signos de interrogación. En parte, porque el intendente capitalino no ha oficializado aún su lanzamiento como aspirante al PE, y no se conoce todavía con qué sello competirá. Más allá de esta circunstancia, detallaron, la decisión del jefe municipal puede inclinar la balanza, al momento de contar los votos en las urnas.
Para los electores, Amaya mantiene cierto nivel de identificación con el oficialismo; por eso, según los expertos, es percibido por un importante número de consultados como un “cambio con continuidad”. A la vez, figura en segundo lugar cuando se pregunta “qué candidato representa el cambio”.
Esta situación, explicaron desde Poliarquía, coloca al ex vicepresidente primero del PJ tucumano en una encrucijada, ya que debería lograr la adhesión de los ciudadanos que hoy apoyan a Manzur (la “continuidad”, según el informe) y los que se inclinan por Cano (el “cambio”, expresa la encuesta).
“Hoy, esta es una carrera de tres figuras. Pero todo indica que va a terminar siendo sólo entre dos de ellas. La polarización es inevitable”, señaló Catterberg.