La imagen de Carlos Negro Armatta ocupó la pantalla y las gargantas se cerraron al mismo tiempo que los aplausos invadieron la sala mayor de la Casa de la Cultura de Salta, avanzada la noche del viernes, en el marco de la 30° Fiesta Nacional de Teatro. Fue el momento más emotivo y triste de la ceremonia de entrega de estatuillas a los referentes del teatro de cada región, y el actor y director salteño era el elegido por el NOA. Pero una larga enfermedad se lo llevó un día antes.
“Quisiera decir un gracias que tenga alas para que vaya al cielo y vuelva con su voz, porque él hubiese querido estar aquí hoy. Me siento muy chiquitita frente a tantos actores que sólo persiguen alegrías y utopías”, afirmó con una alta dosis poética su hermana, Virginia Armatta, al retirar la distinción. La secretaria regional del Instituto Nacional del Teatro (INT) y discípula del Negro, Cristina Idiarte, agregó: “quedará para la historia que hizo un unipersonal de su partida”.
En el acto se distinguió por su lucha por los derechos humanos a la tucumana Liliana Sánchez y a María Rosario Mariu Carrera (Mendoza); por su trayectoria nacional a Dante Cena (Corrientes); y por su aporte regional a Juan Carlos Toto López (Centro), a María Rosa del Valle Yunes (Cuyo), a Norberto Barruti (Buenos Aires), a Carlos Canto (Chaco), a Cecilia Arcucci (Patagonia) y al grupo Cajamarca, del mendocino Víctor Arrojo. Muy especial fue el reconocimiento al dramaturgo Carlos Gorostiza, quien era secretario de Cultura de la Nación hace 30 años, cuando se concretó el primer festival gracias a su impulso. “Más que un agradecimiento, es un recuerdo vivo de un hecho vivo”, afirmó en un video enviado especialmente para la ceremonia.
Roces evitados
La entrega de premios a los teatristas de todo el país fue una pausa en la abierta tensión entre el director ejecutivo del INT, Guillermo Parodi, y la salteña Idiarte, quien cuenta con el aval de la mayoría de los representantes provinciales de ese organismo.
Parodi estaba rodeado de cuatro de sus asesores en el hall de la Casa de la Cultura a la espera de que comience el acto, cuando LA GACETA habló con él acerca de la situación general del teatro argentino y de la crisis en el INT.
“Es un proceso natural y está bien que así sea. Lo que está bueno es que la discusión está planteada, que nos sentamos a la mesa a discutir, que se oyen todas las voces. Las minorías tienen mucha fuerza a la hora de la discusión. Eso para mí es altamente democrático”, sostuvo.
- Este es un año de cierre de etapas, ¿qué proyectan a futuro para fortalecer el INT, más allá de lo dispuesto por la ley?
- El eje es un fuerte plan de infraestructura de salas, que empezamos a concretar en los últimos años. Ahora encontramos la manera de ir asociándonos con las distintas provincias para poder llevarlo adelante. Hemos puesto toda la infraestructura del INT al servicio de esto. Estamos tratando de enfocarnos en equipar las salas y a pensar un poco más en el público.
- ¿Cómo ve el estado de las salas independientes en el país?
- Terminamos un peritaje de salas para ver en qué condiciones están. Recién estamos levantando los resultados. Esto nos va a dar una instantánea de cómo se está en cada provincia; pero para poder diagnosticar tenemos que tener la información. En virtud de los análisis que hagamos, iremos acompañando en los distintos lugares. Hay mucho por hacer, y no podemos cubrir todo lo necesario. El presupuesto es uno solo, pero tratamos de poner la cabeza para cubrir las necesidades. Hay lugares donde es más necesaria la ayuda y lugares donde hay más desarrollo, como en Mendoza, Córdoba y Rosario.
- ¿Qué cosas están definidas?
- Lo que tenemos proyectado a futuro, más allá de mi gestión, es que el INT instale salas en Córdoba, Bariloche, Salta y Corrientes, entre otras ciudades.
- Ahora se anunció la creación del Teatro Bicentenario en Salta, pero está postergada la construcción del Teatro Cubo en el Centro Cívico Municipal. ¿Qué pasó?
- El municipio de Salta reconoció que hubo un retraso, pero también se firmó un acuerdo para que se lleve adelante la sala Cubo, porque los fondos ya fueron remitidos. Los tiempos del teatro y de la administración pública entran en tensión en estas situaciones. Las cuestiones burocráticas y presupuestarias hacen que esas cosas se demoren.
- La Municipalidad de San Miguel de Tucumán también gestiona la creación de una sala.
- Queremos hacerlo en todo el país. Hay que ver de qué manera se instala, porque en cada lugar la legislación es distinta. En el caso de la capital tucumana, es posible que se destinen $ 2 millones para equipamiento.
- ¿Se definió cual será la próxima sede de la Fiesta Nacional?
- Todavía no. Depende de las postulaciones provinciales y después el Consejo decide cuál será la sede. Este año iba a ser en La Pampa, pero se cayó por falta de infraestructura. Entonces se eligió Salta que figuraba como candidata y tenía las condiciones para ser sede en cuanto a salas y capacidad hotelera.