Ganar tiempo. Esa podría ser la clave. El Laboratorio de Salud Pública (LSP) que fue inaugurado en el hospital Néstor Kirchner permitirá, entre otras cosas, ganar tiempo en el diagnóstico de enfermedades que hoy tienen gran incidencia en la salud de la población.
Se trata de tres pisos en los que funcionarán laboratorios bioquímicos de alta complejidad. Para eso se incorporaron máquinas muy específicas. Por ejemplo, un citómetro de ocho colores que permite diagnosticar leucemias.
“Antes, las muestras debían ser remitidas a Buenos Aires y, entre ida y vuelta, al resultado recién se lo conocía un mes más tarde. Hoy con este aparato, se puede tener el diagnóstico en menos de 24 horas”, explicaron Sandra Tirado, directora general del Programa Integrado de Salud (PRIS), y Gabriela Alcaraz, jefa del Departamento de Bioquímica del LSP.
“Un mes en el cáncer es de vida o muerte. Además, este aparato permitirá conocer con precisión qué tipo de leucemia es y así programar un tratamiento justo. Es único en el NOA y NEA y el sexto en el país”, remarcaron las profesionales. El LSP aspira a ser un sitio de referencia regional.
Está previsto que también se incorpore un cromatógrafo. Con este aparato se podrán identificar las drogas, distintos tipos de tóxicos y otras sustancias en la sangre. Se caracteriza porque puede identificar mezclas complejas. Viene de Japón y su costo ronda los $ 4 millones. “La verdad es que montar un laboratorio de estas características es una verdadera decisión que solo puede venir del Estado, porque la inversión es muy grande”, reconocieron las dos profesionales.
Derivaciones
El laboratorio trabajará con muestras derivadas de hospitales y de otras centros. “Son muy pocas las muestras que se van a tomar aquí. En general, solo se trabajará con las que lleguen”, señalaron.
El próximo paso será la inauguración de un piso de hematooncología que tendrá un área de internación y otra de servicios, como la aplicación de quimioterapia (el Néstor Kirchner es un hospital de día, en el que no hay internación).
El LSP está catalogado en el nivel 3 de complejidad y en él trabajan 60 profesionales entre bioquímicos, técnicos y biotecnólogos. “Se seleccionó a los mejores profesionales del área pública y se los llamó para que vinieran aquí”, dijeron. En el resto de los pisos funcionan laboratorios de bacteriología, citología, virología, citometría, parasitología, hemostasia e inmunología. Además, un área destinada a la docencia e investigación.