El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan , le respondió al Papa Francisco por el reciente sermón en el que hizo mención al "genocidio" armenio, un término que Turquía rechaza. Según el mandatario, que recibió en noviembre pasado al Santo Padre en su país, Jorge Bergoglio dijo "estupideces" y le lanzó una advertencia.
"Condeno al Papa y quiero advertirle. Espero que no vuelva a cometer un error de este tipo", dijo Erdogan en un discurso ante representantes de la Asociación de Exportadores de Turquía, transmitido en directo por la cadena NTV, que reproduce Agencia de Noticias Prensa Armenia.
"Cuando los políticos y los religiosos asumen el trabajo de historiadores, no dicen verdades, sino estupideces", añadió el presidente turco.
Después de que el pasado domingo el Papa habló del "primer genocidio del siglo XX" en una misa en conmemoración del martirio armenio ocurrido hace 100 años, el gobierno mandó a llamar a su embajador ante la Santa Sede y convocó al nuncio apostólico. Pero el tono fue creciendo.
Ayer, la embajada de Turquía ante el Vaticano afirmó en una nota que es "una calumnia" hablar de genocidio armenio, ya que ningún tribunal internacional lo calificó como tal.
Más tarde, el premier turco, Ahmet Davutoglu, definió las declaraciones de Francisco como "inapropiadas" y "facciosas".
Aunque lo más duro fue cuando el ministro para Asunto Europeos, Volkan Bozkir, dijo que el Papa había hablado de esa forma porque viene de la Argentina, "un país que acogió a los nazis" y en el que "lamentablemente la diáspora armenia domina el mundo de la prensa y de los negocios".
Según Turquía, que siempre negó el genocidio reconocido por 22 países (entre ellos la Argentina), lo sucedido en 1915 fue una guerra civil en la que murieron unas 500.000 personas. Según Armenia y muchos historiadores, entre 1915 y 1917 la población armenia de Anatolia y Cilicia, entonces bajo el Imperio Otomano, se vio forzada al exilio y 1,5 millones de armenios fueron abatidos en el camino y en campamentos.