ENTRE RÍOS.- El sacerdote José Justo Ilarraz fue procesado por el delito de "promoción a la corrupción agravada de menores" de edad, en el marco de la investigación por más de 50 abusos denunciados por ex estudiantes de un seminario de Paraná, en Entre Ríos.
El procesamiento fue dispuesto ayer por la jueza de Transición Paola Firpo, quien le impuso un embargo de $500 al religioso y citó a prestar declaración a otros sacerdotes y una psicóloga. Asimismo, la magistrada ratificó que se mantenga el estado de libertad en que se encuentra el sacerdote Ilarraz, informó DyN.
Las denuncias contra el religioso son por presuntos abusos sexuales que habría cometido entre 1985 y 1993, cuando fue prefecto de disciplina en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo de Paraná. El proceso judicial mantiene divididos a los feligreses de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Monteros, ubicada en el barrio de Ñuñorco. En esta comunidad religiosa se desempeñó Ilarraz, de 57 años, hasta 2012 cuando se conocieron las denuncias su contra.
Firpo también notificó del procesamiento al fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, quien tendrá que resolver si solicita la elevación a juicio oral, y a las partes involucradas en la denuncia por los abusos que habría perpetrado el religioso. El procesamiento de Ilarraz se produjo por los delitos de "promoción a la corrupción agravada de menores" por su calidad de educador y guía espiritual de las supuestas víctimas.
La investigación judicial se inició de oficio por orden de la Procuración de la Justicia entrerriana luego de que la revista Análisis publicara una investigación en base a la denuncia de dos ex estudiantes del seminario.
En la causa, ya declararon siete hombres que dijeron haber sido víctimas de los abusos cuando eran adolescentes y estudiaban en el seminario, mientras la Iglesia realizó su propia investigación interna del caso. En medio de las pesquisas, Ilarraz manifestó que una de las víctimas habría armado una venganza en su contra por diferencias personales que mantenía cuando era estudiante.
El procesamiento se conoció casi tres años después del comienzo de la investigación judicial, tras la denuncia periodística. El religioso fue acusado por cometer supuestos abusos en el Seminario Menor de Paraná, donde los denunciantes eran pupilos que tenían entre 10 y 14 años. Las víctimas denunciaron "padecimientos psíquicos y espirituales, producto de los abusos sexuales y psicológicos cometidos por quien fuera nuestro prefecto de disciplina".
En septiembre de 2014, el Vaticano abrió una investigación propia ordenada por el papa Francisco, cuando se instruyó al vicario de justicia del Tribunal Interdiocesano de Santa Fe, sacerdote Alejandro Bovero, para que iniciara las actuaciones eclesiásticas perentorias.