Algunos ven diferencias -sutiles o profundas- entre el consolidado kirchnerismo y el incipiente sciolismo. Pero no es el caso de Karina Rabolini, esposa del gobernador de Buenos Aires, y candidato a presidente por el oficialismo, Daniel Scioli. “Que Daniel hoy sea el candidato del Frente para la Victoria es una decantación natural. Es el candidato por excelencia de este espacio político, porque lo viene acompañando desde el principio”, afirmó, durante su visita a LA GACETA, en su paso por nuestra provincia. Según añadió, Scioli se ganó ese lugar: “el hecho de que se lo haya elegido, de que haya una lista única y un solo candidato a presidente (por el kirchnerismo) habla de la confianza que despierta Daniel; por el trabajo que viene haciendo y por el acompañamiento de todos estos años, y porque comparten las mismas ideas para trabajar hacia el futuro”.
Durante la entrevista, Rabolini defendió las políticas de la Nación; de manera directa -“nadie como este Gobierno se ocupó y se sigue ocupando de la gente que más lo necesita; y esa línea continuará Daniel”-, y de manera indirecta, cuando cuestionó el cambio de discurso del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri. El líder del PRO había alabado políticas que había ejecutado el kirchnerismo. “Sorprendió, porque dijo exactamente lo contrario a lo que había votado anteriormente. Él se había opuesto absolutamente a todas las medidas y decisiones que tomaba el Gobierno para ayudar a la gente. Celebro que finalmente se reconozca el trabajo que viene haciendo este Gobierno. Y los que antes se oponían ahora lo ven como que está bien hecho; me parece muy bien ese reconocimiento”, dijo la empresaria y ex modelo.
En el plano local, se animó a cuestionar la coalición que sellaron el intendente de San Miguel de Tucumán, el peronista Domingo Amaya, con el diputado nacional radical José Cano. Este encabeza la fórmula para la Gobernación, por el Acuerdo para el Bicentenario, y es secundado por Amaya. “Cada uno tiene derecho de compartir un espacio con uno o con otro. Pero, por experiencias pasadas, es muy difícil confiar en que las alianzas vayan a resultar a futuro, porque nunca resultaron en el pasado. Si seguís repitiendo lo mismo vas a tener el mismo resultado; si las alianzas nunca funcionaron, lo más probable es que tampoco funcionen”, porfió.